Venus retrógrado ocurre aproximadamente cada 18 meses y dura alrededor de 40 días, trayendo un período de revisión interna en el amor, las relaciones, la autoestima y las finanzas.
Durante este tránsito, la energía venusina pierde su fluidez natural, lo que nos lleva a reflexionar sobre lo que realmente valoramos y cómo nos vinculamos con el placer y la armonía.
- Revisión de relaciones – Ex-parejas o personas del pasado pueden reaparecer. Se ponen a prueba vínculos afectivos y emocionales.
- Autoestima y amor propio – Venus retrógrado nos confronta con nuestras inseguridades, enseñándonos a fortalecer nuestra relación con nosotros mismos.
- Bloqueos en la expresión afectiva – Puede haber dificultades para comunicar sentimientos, generando malentendidos en las relaciones.
- Desaciertos en temas estéticos y de imagen – No es el mejor momento para cambios radicales de look, cirugías estéticas o decisiones impulsivas sobre la apariencia.
- Cautela en el manejo del dinero – Es un período para revisar gastos, evitar grandes inversiones y repensar la relación con la abundancia.
Venus retrógrado no es un momento para actuar con impulsividad en el amor o en la economía, sino para observar, reflexionar y reajustar nuestros valores y deseos. Es una oportunidad para cerrar ciclos, sanar heridas emocionales y conectar con el verdadero significado del amor y el placer.
Venus entra en retrogradación, llevándonos a un período de revisión profunda en el amor, las relaciones, el dinero y los valores personales. A diferencia de otros planetas que retrogradan con más frecuencia, Venus lo hace menos seguido, pero su impacto es significativo, ya que afecta nuestras emociones, la manera en que damos y recibimos amor, y nuestra relación con la belleza y la abundancia.
Este ciclo nos invita a reflexionar, sanar y redefinir lo que realmente valoramos, ayudándonos a soltar lo que ya no nos nutre y a fortalecer nuestra autoestima. Es un momento para mirar hacia adentro antes de seguir avanzando, con la oportunidad de crear bases más sólidas en nuestras relaciones y en nuestra vida material.
Este tránsito nos invita a mirar hacia adentro, evaluar nuestros vínculos y preguntarnos si realmente estamos alineados con nuestros valores y deseos.
- Relaciones en revisión – Viejas conexiones pueden reaparecer, y las dinámicas afectivas pueden ponerse a prueba. Es un tiempo para sanar y comprender lo que realmente queremos en el amor.
- Autoestima y amor propio – Venus retrógrado nos impulsa a fortalecer nuestra relación con nosotros mismos antes de buscar validación externa.
- Cautela en decisiones financieras – No es el mejor momento para inversiones importantes o cambios drásticos en la economía personal.
- No es momento para cambios estéticos radicales – Venus rige la belleza, y en retrogradación puede generar arrepentimientos en transformaciones físicas impulsivas.
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