Libra, signo de la diplomacia, el amor, el arte, la dualidad, la armonía, y la indecisión. Su gran desafío es aprender a ser más autónomos y también contar con la capacidad de decir que no.
Es un requisito clave que sepan que no pueden frenar su felicidad personal por mantener una conexión que está estancada. Al mismo tiempo, Libra es una energía que busca la justicia y el punto medio entre las partes y tiene que ver con la equidad y el encanto, por esto la diplomacia en libriana.
Cuando se dice que una persona tiene Venus en Libra, quiere decir que este planeta se encontraba en ese signo zodiacal en el momento exacto en que la persona nació, entregando las cualidades librianas a las temáticas mencionadas anteriormente e influyendo así en nuestra forma de ser en las relaciones amorosas y con nosotros mismos.
Venus en Libra nunca pierde el decoro y la mesura, ni en ámbitos de pelea. El peligro es convertirse en un ser frívolo, vanidoso, vicioso … Su balanza siempre trabaja en pos del balance, y si bien el Libra siempre goza y comparte con otros, también se mide.
La mitología ubica a Venus como hija de Urano, a quien Saturno le rebanó los testículos y los arrojó al mar, de cuya espuma nace esta diosa del amor, la belleza y la fertilidad. La astróloga Liz Green dice que Venus es “esa misteriosa fusión de la sexualidad sagrada y la profana que se burla de las interpretaciones morales ordinarias”.
Al transitar por Libra, Venus potencia toda su energía, volviéndonos más permeables al amor, al romanticismo, la necesidad de encontrar la belleza en cada pequeña manifestación de vida. La armonía y el equilibrio se vuelven esenciales en esta etapa. Libra es regido por Venus, es decir, que comparten características y cualidades, por lo que es en este integrante del Zodiaco donde se ve más cuidado por la estética y más preocupación por las relaciones amorosas.
Las personas con esta posición tienen buen gusto, les gusta la armonía en las relaciones y generalmente se sienten atraídas por algo que ellas mismas tienen en su vida. Tienen gran estética y eso es como un imán para los demás. El afecto lo expresan de manera gentil, considerada y muy encantadora. Tratan de dar amor de manera tierna pero también equilibrada, buscando que los otros les entreguen lo que sienten que necesitan. Buscan tener relaciones basadas en compartir y cooperar.
Por último, son personas que les importan mucho las apariencias y no quedar mal frente a los otros, por lo que esta necesidad de siempre tener armonía y no discutir por nada puede generar el cierre de la expresión de emociones consideradas «desagradables», y eso llevar a que sus relaciones se queden en lo superficial y no logren entrar en una verdadera intimidad.
Venus en Libra se centra en crear Amor. La oportunidad que nos trae este tránsito de Venus por Libra es crear valor en nuestras relaciones afectivas, aprender a valorar nuestro dar y también nuestra capacidad de recibir, y comprender que cuando creamos apertura para recibir estamos dando valor al dar del Otro.
