En la vibrante Viena del siglo XX, el genio artístico de Gustav Klimt (1862-1918) se alzó como un faro de grandeza.
Siguiendo los pasos de este maestro de la modernidad, el Tarot Dorado de Klimt se erige como un tesoro de impresiones, bañadas en oro, para tejer relatos embriagadores de amor, muerte, sensualidad y renacimiento. El mágico universo de sus cartas se convierte en ventanas al infinito, donde la belleza y el misterio se entrelazan con sutileza, desvelando los secretos más profundos de la existencia. Una oda magnífica a la inmortalidad del arte y a la eternidad de las emociones.
Creado por A. Atanassov en el año 2005.
«No puedo evitar enamorarme del tarot de Klimt. Es tan deslumbrante que me resulta difícil usarlo, simplemente contemplarlo se convierte en un acto maravilloso. Además, tengo la creencia de que, aún siendo una interpretación artística de las cartas tradicionales Rider Waite, este mazo refleja a la perfección su significado y el aura que envuelve a cada una de ellas.» – Carolina de Pedro (Esotérica, 2024).
El incomparable esplendor de la belleza y el erotismo que el maestro Gustav Klimt ha vertido en su obra pictórica, ha sido mágicamente transferido a este mazo de tarot sin igual. Una auténtica obra maestra en sí misma, de una originalidad y refinamiento sin precedentes.
Las pinturas de Klimt de esta época se encuentran impregnadas de simbolismo y ostentación barroca en los adornos y la decoración característicos del Art Nouveau.
Marcado por el espíritu sensual de Ingres al representar a la mujer desnuda, Klimt dota a «sus mujeres» de un simbolismo muy marcado, con una estética más plástica y con matices provocativos, e incluso en algunos casos, abiertamente sexuales.
Los arcanos mayores del tarot de Klimt :
- El Loco nos muestra la fragilidad y la falta de moral y espíritu, en la imagen de un hombre mayor desnudo y en un estado físico esquelético. Este hombre cubre su rostro con las manos, como si quisiera ocultarnos su verdadera identidad, como si estuviera avergonzado.
- El Mago representa a una mujer, la fuente de sensibilidad y poder, que encarna las obsesiones de Klimt. En su mano derecha sostiene un cuenco, símbolo del agua y las emociones, y una serpiente se enrosca en su brazo derecho, símbolo de vida e inmortalidad.
- La Sacerdotisa nos muestra a una mujer vestida con una vestimenta blanca y vaporosa de la época, símbolo de pureza, con una mirada misteriosa y fría. Sostiene un libro en su regazo, símbolo del conocimiento y sabiduría.
- La Emperatriz emerge en esta carta Palas Atenea, tanto diosa de la Justicia como de la Sabiduría y la guerra. Su cabeza está majestuosamente cubierta por un yelmo, proyectando su invulnerabilidad, mientras luce un peto adornado en doradas escamas con una máscara burlona. Sosteniendo con su mano derecha la representación de una mujer, símbolo del alma, la Emperatriz proyecta su poder con una lanza en su mano izquierda.
- El Emperador, encontramos a un hombre joven y fuerte, coronado con laureles, emblema de la inmortalidad y la victoria. Representando al Dios del Sol y la Luz, Apolo transmite su esencia. En su mano izquierda, él sostiene la figura de una mujer sobre la bola del Mundo, al igual que la Emperatriz, subrayando el poder femenino del alma. Mientras tanto, en su mano derecha, sujeta la lanza, símbolo de su dominio.
- El Papa, un hombre maduro, se retrata a sí mismo al estilo de Klimt. Su túnica está exquisitamente decorada con el pez y el gallo, símbolos de la vida, fertilidad y el sol. Lleva en su mano izquierda un báculo como emblema de su fe, mientras que su brazo derecho yace sobre su pecho, en una actitud poco dialogante.
- Los Enamorados nos presentan a una pareja en una dulce y cariñosa escena. El cuadro «El Beso» representa a Klimt besando a su esposa, siendo ella la protagonista en esta ocasión. Aunque a lo largo de su obra Klimt concede un poder significativo a las mujeres, aquí se centra en la caricia del hombre.
- El Carro, una mujer en lugar del personaje masculino. Ella se encuentra de pie, dormida, simbolizando el alma, sobre el carro que representa el cuerpo físico. A pesar de estar ausente y dormida, sostiene las riendas con su mano derecha, representando lo instintivo, mientras que con su mano izquierda sostiene una vara de poder que apunta hacia el cielo.
- La Justicia, se encuentra de pie en lugar de estar sentada, con los ojos cerrados para representar su ceguera. Está cubierta de ropajes que simbolizan la materia. Los objetos alegóricos emergen, la balanza y la espada, simbolizando el equilibrio y la justicia que imparten. Su incapacidad visual se suple con ojos meticulosamente representados en su vestido, insinuándonos que su perspicacia interna, inmune a los engaños visuales, le permite percibir la realidad.
- El Ermitaño, al igual que en El Loco, la vejez hace acto de presencia, un tema recurrente en la obra de Klimt. Nos muestra a un hombre desnudo, despojado de su indumentaria para renunciar al ego y a la vanidad asociada con las trivialidades terrenales. Se enfrenta a lo que podría ser un abismo, separado por un delicado velo. Su cabeza está baja, consciente de que, a pesar de vivir una larga vida, nunca llegará a conocer la verdad absoluta.
- La Rueda, los cuatro personajes son reemplazados por la figura de una mujer sentada con una expresión apática, apoyada en una rueda que simboliza los ciclos de la vida. En su vestido, se representan un ojo y un triángulo, que representan la iluminación espiritual y el espíritu en sí.
- La Fuerza se personifica en la imagen de Salomé, una princesa judía sensual y voluptuosa que sostiene el cabello de San Juan después de haber bailado la danza de los siete velos frente a su lascivo padrastro, Herodes. Este pasaje bíblico resalta, una vez más, el poder femenino y, particularmente, este Arcano representa el dominio de los instintos a través del poder de la inteligencia.
- El Colgado es representado por un joven que cuelga de su tobillo derecho, simbolizando la elevación del espíritu. Su cuerpo forma un par de escuadras, indicando que el ser humano es un instrumento para medir las dimensiones del mundo físico.
- La Muerte recrea el cuadro «La muerte y la vida». A la derecha, una familia aparentemente sumida en un dulce sueño. A la izquierda, una calavera vestida con una túnica adornada con cruces representa lo material y, en lugar de una guadaña, sostiene una tibia que contiene las semillas de la vida.
- La Templanza, una joven figura despojada de sus vestiduras personifica a Eva, sosteniendo en su mano izquierda la fruta del conocimiento, la manzana. Desde su diestra, derrama el agua de la Vida sobre una cabeza femenina receptiva. Esta escena ilustra cómo el don de la sabiduría, adquirido por el alma humana, nutre la mente de aquel que se encuentra abierto a él.
- El Diablo. Al fondo, contemplamos la figura de un simio monstruoso que ejerce dominio sobre la escena, personificando así el instinto animal. Justo en frente, se encuentra una anciana que parece representar la conexión con estos instintos, manipulando a dos señoritas de porte delgado como títeres. Ambas mujeres personifican los hemisferios cerebrales, el racional y el instintivo.
- La Torre. En el costado izquierdo de la imagen se levanta majestuoso un edificio clásico cuya cúpula ha sido desprendida por una lengua de fuego que atraviesa el cielo. De esta violenta liberación emergen dos personajes que flotan boca abajo, descendiendo suavemente a través de un velo acuoso que los protege del impacto contra el suelo.
- La Estrella. Una joven mujer, adornada con la semi-desnudez que representa la vida cósmica y la Madre Naturaleza. Con gesto tranquilo, abraza con ternura a otra mujer también semidesnuda, mientras un fondo estrellado de colores carmesí fluye tras ellas. Personifica la inocencia inherente a la humanidad.
- La Luna se transforma en un cautivador sueño; una mujer en posición fetal se acurruca en una luna en cuarto menguante, flotando en el inmenso cosmos. Representa al inconsciente que gesta el sueño de la vida en su interior.
- El Sol, un escenario donde una pareja abrazada se despliega ante un posible jardín, con el hombre de espaldas al espectador. Esta pareja simboliza la fusión de los opuestos. Un radiante árbol solar les ilumina desde el fondo, mientras a los costados de este sol se aprecia la representación de una cabeza de simio, evocando así la parte primitiva que precedió al ser humano y la forma en que la humanidad ha evolucionado desde entonces.
- El Juicio. Una imagen perturbadora y enigmática en la que una multitud de cuerpos de diferentes edades fluyen hacia el Cielo a través de un misterioso líquido. Esta escena simboliza la resurrección de los muertos, como lo demuestra la aparición de un esqueleto entre esos seres.
- El Mundo, una transformación fascinante. Vemos a una mujer embarazada de perfil. Su abultado vientre nos habla de una totalidad indivisible antes de que aparezca la dualidad, un estado en el cual el vacío y la totalidad carecen de polaridad.
El mazo de Tarot de Gustav Klimt extrae su esencia de la magia impregnada en las pinceladas del renombrado artista. Cada carta se convierte en un lienzo viviente que despierta emociones y desvela secretos ocultos. Sumérgete en un mundo de misterio y belleza, donde las vibrantes imágenes capturan la esencia del arte magistral de Klimt.
Desvela los enigmas del destino y descubre el poder que yace dentro de ti a través de este mazo de Tarot único e inspirador
Notas:
- Fuente de los Arcanos Mayores editada por Esotérica: La Brújula Ancestral
- Imágenes : Moonstone Priestess en su tienda en Etsy.
- Tarot Dorado de Klimt. Pequeño folleto con instrucciones en inglés, italiano, francés, alemán y español.
