Donde los hilos del destino se entrelazan y revelan un mundo de posibilidades.
Nada es coincidencia, todo en el vasto tablero de la existencia está cuidadosamente conectado. Y así como las estrellas se alinean, el tarot también guarda una conexión íntima con los misterios del alma, las circunstancias y las diversas esencias humanas.
Cuando las manos se extienden y una carta es elegida del mazo, se desatan los hilos de la sincronía. Cada carta revela un fragmento oculto de nuestro viaje, como si fueran las piezas de un rompecabezas que se encajan perfectamente. El universo es sabio y todo ocurre con una intención. Las sincronías son como un regalo que todos hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas: un número repetido que te susurra su mensaje o un pensamiento intenso que te lleva a encontrarte con alguien de manera inesperada.
El concepto de sincronicidad fue acuñado por el célebre psicólogo Carl Gustav Jung en el siglo pasado. Durante sus estudios sobre el inconsciente, Jung descubrió que había una serie de reacciones que no eran simples coincidencias, sino que estaban interconectadas en una misteriosa sincronía. Estas acciones y reacciones, aparentemente aleatorias, estaban en realidad vinculadas por un campo compartido que trascendía la casualidad y podía ser analizado y comprobado.
En el ámbito de la magia, no hay lugar para la casualidad, se considera que lo que aparece en el momento preciso es resultado de la sincronicidad. Según Jung, la sincronicidad implica que hay un significado detrás de dos eventos que parecen estar conectados. Sin embargo, este significado sólo puede ser comprendido por aquellos que experimentan la sincronicidad y tienen la capacidad de analizarla en profundidad.
Así, el tarot se convierte en la clave maestra para desentrañar la conexión profunda de los eventos y las situaciones que moldean nuestro destino. Abraza la confianza en el cosmos y permite que el tarot sea tu guía hacia las respuestas más profundas que anidan en tu ser.
En este juego mágico de sincronicidad, el tarot nos invita a sumergirnos en sus arcanos y descubrir los secretos entrelazados en las cartas.
La sincronicidad se hace presente en cada una de las artes místicas, pues lo que se revela es una respuesta precisa a la interrogante del mago o del consultante. Por ejemplo, en el Tarot, las cartas que emergen en una tirada dan respuesta a lo que se invocó en la pregunta del consultante. Como mencionamos anteriormente, en el inicio de este artículo, el tarot implica una sincronicidad especial. Esta conexión energética se produce entre la pregunta formulada y la carta que se revela.
Los tarotistas aseguran que las cartas nunca se equivocan, ya que reflejan la energía del momento presente. En ese reflejo se encuentra un hecho indiscutible de sincronicidad. Aunque los escépticos puedan argumentar que las cartas se eligen al azar, la verdad es que hay una unión energética entre la pregunta planteada y el resultado de la carta.
El tarotista debe saber cómo manipular las cartas para que respondan de la mejor manera posible a esta sincronicidad.
Es cierto que el tipo de tirada de tarot seleccionada puede ser más propicia para la sincronicidad que otras, al igual que la forma en que se expone la pregunta. En todo espacio sincrónico, los detalles pequeños son cruciales. Por lo tanto, en este caso, el tipo de tirada y la forma en que se realiza influirán en la calidad de la sincronicidad obtenida.
Dejemos que su sabiduría ilumine nuestro camino y despierte nuestra intuición.
¡Despleguemos las cartas y permitámonos ser cautivados por el poder de la sincronía!
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