La Luna del Tarot (Arcano mayor 18), la carta de lo oculto y del inconsciente

La Luna, la mística carta número 18 del tarot, representa nuestros anhelos más profundos, nuestras proyecciones más creativas, la intuición que nos guía, la inspiración que nos impulsa, la poesía que nos emociona y la receptividad que nos conecta con lo emocional.

Es el reino de los sueños, la imaginación, las idealizaciones y los vínculos con nuestros ancestros y vidas pasadas. Es la noche por excelencia, el mundo secreto del subconsciente y la lucidez. También es la cuna de nuestras capacidades psíquicas, la atracción magnética que ejercemos sobre los demás y la potencia de aquello que permanece oculto.

Para los artistas, la Luna es la carta perfecta porque ven el mundo a través del prisma de su sensibilidad e inspiración. Al igual que en la astrología, la Luna otorga popularidad, reconocimiento y fama según los aspectos que comparte con otras cartas del tarot.

La Luna es la carta de lo desconocido: pensamientos ocultos, magia, asuntos velados, nuestro mundo interior y nuestro inconsciente. Es la carta que se asocia con las dinámicas incontrolables de la mente, la confusión, el ruido mental y la falta de claridad a nivel interno.

Nos recuerda que la vida está llena de incertidumbres y que debemos aprender a aceptar eso. No todo es tan claro y transparente como quisiéramos.

Cuando La Luna emerge en una lectura de tarot, puede ser una señal de que algo se nos oculta o que nos está costando ver con claridad un asunto importante. Quizás todo aparece deformado o reflejado en un espejo oscuro. Pero no hay que temer, pues la Luna nos invita a iluminar lo que está oculto para traer claridad y verdad a nuestros propósitos.

Si al leer las cartas del Tarot te encuentras ideando soluciones a tus problemas, es posible que tu mente esté en un estado de confusión. En este caso, es recomendable hablar con tu subconsciente a través de su lenguaje más efectivo: el simbolismo. Además, es importante tener en cuenta que mostrar todas tus cartas podría no ser la mejor opción, ya que mantener algunas cosas en secreto podría ser beneficioso estratégicamente.

La aparición de La Luna en una lectura de Tarot indica que todo es incierto y misterioso, pero sobre todo, que la mente inconsciente está activa.

El simbolismo en la carta La Luna se refleja en el crustáceo que emerge del agua hacia un camino que conduce a las montañas. Los aullidos de un perro y un lobo son un llamado al mundo inconsciente, mientras que las torres de vigilancia representan el crítico interior. Las montañas simbolizan los aspectos superiores hacia los que nos dirigimos en un proceso evolutivo, que comienza con lo más básico y primitivo.

La Luna personifica la esencia femenina, el instinto y la oscuridad, y por ende, nos otorga el regalo de la paciencia y la reflexión interna; nos incita a adentrarnos hacia lo más profundo de nosotras mismas, inspeccionando cada recoveco de nuestra existencia.

Dado que es un gran enlace hacia el subconsciente, la Luna puede transformarse en la noche más densa del alma, infundida de fantasías inalcanzables, inseguridades y temores.

Su brillo proyecta la luminosidad dorada y cristalina del sol, no obstante, su propia belleza y fortaleza residen en su reflejo, ya que solo podemos reflejar aquello que poseemos. Por ello, las cosas muchas veces no son lo que aparentan bajo el resplandor lunar.

Blythe Tarot Doll / Arcano La Luna

En el Tarot, la carta de la Luna, el arcano mayor número18, se presenta con una compleja simbología. Una langosta emerge del agua, transitando un camino hacia una montaña, que representa nuestros valores más altos, superando así nuestra zona de confort.

A su lado izquierdo, un lobo hace referencia a nuestro inconsciente salvaje, mientras que a su derecha, un perro simboliza nuestra faceta más domesticada.

Juntos, estos animales hacen ruido para apoyar a la Luna, que en esta carta cubre el sol, en una noche de eclipse. Un momento donde afloran nuestros aspectos más sombríos, pareciendo no contar con protección divina. Sin embargo, si seguimos el camino, encontraremos dos torres y sus guardianes representando nuestro crítico interior o vigía interno.

La simbología de La Luna nos recuerda la importancia de salir de nuestra zona de confort y enfrentarnos a nuestros miedos y oscuridades internas, para alcanzar nuestros más grandes ideales.

Las gotas que se deslizan por la carta son como pequeños mensajeros celestiales que nos hablan de la influencia que los astros tienen en cada uno de nuestros cuerpos: el anímico, el mental y el físico. La luna, en particular, nos habla de nuestro mundo interno, de los sueños más profundos que habitan en nuestra mente, y nos recuerda la importancia de esperar pacientemente cada fase de un proyecto antes de que surja la próxima.

Ella está siempre conectada a nuestra parte intuitiva, inconsciente y femenina, y nos invita a abrazar esa parte emocional que la tradición ha etiquetado como negativa. Sin embargo, esta parte primordial de nosotros mismos nos lleva a nuestro yo más auténtico e intuitivo.

La carta de la Luna es la carta del inconsciente por excelencia, ese lugar clandestino en nosotros mismos que no siempre conocemos a fondo. Es misterioso, lleno de secretos y cargado de incertidumbres, pero al que todos apuntan con sus palabras.

Asimismo, es la carta de la magia, pues la magia comienza a gestarse en el inconsciente colectivo. Al escuchar el aullido de los caninos en la distancia, habla de ese ruido mental que nos abruma con dudas, inseguridades y pensamientos.

Ya que es también de noche, la Luna nos habla de secretos, misterios y agendas ocultas que sus poderosas energías pueden revelar.

Como un eclipse, su luz se eclipsa momentáneamente para dar paso a la exploración de las sombras más íntimas de nuestro ser.

Simbología del color

  • Azul oscuro: Color del conocimiento superior, sabiduría, poder e integridad.
  • Azul claro: Color símbolo de la subconsciencia, la intuición. Receptivo, frío, espiritual.
  • Amarillo: Color símbolo de la consciencia, alegría, sol, color activo, cálido.
  • Rojo: Color símbolo de la voluntad, la sangre, el líquido vital, las ganas.
  • Verde: Color símbolo de la fertilidad, la naturaleza, la prosperidad y la abundancia.
  • Blanco pureza, sublimación, espiritualidad.
  • Negro: Oscuridad, ignorancia, profundidades del ser.

La luz de la Luna proyecta un velo de misterio sobre nuestros pensamientos y emociones, develando aquellos asuntos que se esconden en lo inconsciente. Sus secretos están guardados en el mundo onírico, en los misterios que sólo nuestros instintos pueden intuir. Esta carta de la magia y el psiquismo nos invita a explorar los recovecos más profundos de nuestra mente.

Si la Luna se presenta en nuestra lectura, es un llamado a prestar atención a las dinámicas internas que emergen en forma de ruido mental, y a las verdades no dichas que acechan en la oscuridad. Nuestro mundo onírico es la llave que nos abre la puerta hacia la comprensión de aquello que aún no ha sido revelado.

La Luna nos recuerda que, aunque la incertidumbre puede ser incómoda, es preciso seguir evolucionando y haciendo consciente lo inconsciente; representa la mente subconsciente y sus enigmáticas dinámicas, invitándonos a explorar las profundidades de nuestra psique para liberar todo su potencial.

La Luna del Tarot es el Arcano mayor 18 / Esotérica Blog

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies