Quirón en Signos y Casas – Astrología

Quirón representa en nuestra carta natal esa zona de nuestra existencia que nos causa un dolor profundo. Descubrirlo resulta fundamental para liberarnos de bloqueos emocionales. Al encontrar la cura para nuestra herida, nos convertimos en maestros de la sanación. Quirón, en la carta natal, simboliza ese aspecto de nuestra vida que nos lastima en lo más profundo.

Desde nuestra más temprana niñez, nuestros padres y nuestro entorno se convierten en el terreno propicio para encubrir esa herida que llevamos dentro. Luego, el resto de nuestras experiencias y situaciones siguen manteniendo a esa herida en constante vigencia. Hasta que, finalmente, logramos sanarla. Y una vez alcanzada esa transformación, podemos convertirnos en verdaderos maestros de nuestro propio dolor.

Todos en algún momento somos heridos, causamos heridas y también sanamos.

En el caso de Quirón, se revela una «herida perenne», ya que la leyenda cuenta que él es el fruto de una unión ilegítima entre una ninfa y un titán, y que al nacer, es abandonado por su madre. Es criado por otros y se convierte en un maestro compasivo y sanador. Quirón une comprensión y dolor, sabiduría y compasión, conocimiento y habilidad curativa. Conocemos ese sufrimiento porque nos afecta a nosotros mismos, porque estamos presentes en ese dolor, no porque lo hayamos superado y cerrado en el pasado.

En la carta astral, la posición de Quirón por signo, casa y aspecto (especialmente casa y aspectos) nos indicará cómo experimentaremos esa herida, en qué área de la vida se manifestará el desafío.

Quirón en Aries o en la casa 1

La herida quironiana de aquellos con Quirón en Aries o en la primera casa suele ocurrir al nacer. A menudo, esta herida se refleja en su apariencia física, ya que la casa 1 está relacionada con la imagen personal. Esta lesión genera una sensación íntima de falla, lo cual puede resultar increíblemente frustrante. Sin embargo, aquellos con esta posición astrológica deben reconocer que esta falla no existe verdaderamente. La clave es tener el coraje de actuar sin miedo al juicio ajeno y mostrarse al mundo de manera auténtica, con todas las imperfecciones y perfecciones.

Quirón en Tauro o en la casa 2

La herida incurable de aquellos con Quirón en Tauro o en la segunda casa está estrechamente relacionada con el valor personal. Es posible que hayan experimentado una gran falta de valoración en su infancia. A lo largo de su vida, esta herida puede dificultarles el poder aprovechar sus propios recursos debido a una falta de valor propio. También pueden sentir cierto rechazo hacia su propio cuerpo o hacia los placeres de la vida, ya que no se sienten merecedores de la abundancia. La clave para las personas con esta posición es nutrir el amor propio conscientemente, permitiendo que florezcan los frutos del valor personal, como una autoestima saludable, un trabajo bien remunerado y una relación armoniosa con el cuerpo y los placeres.

Quirón en Géminis o en la casa 3 es como una herida secreta relacionada con la familia. A veces, representa hermanos perdidos antes de nacer, mientras que otras veces simboliza una relación dolorosa con los hermanos que deja una marca profunda desde la infancia. Esta herida a menudo se refleja en problemas de comunicación y aprendizaje desde muy temprana edad. Sin embargo, detrás de esta posición quironiana, hay una luz brillante: la comunicación. Las palabras, ya sea habladas o escritas, tienen el poder de ayudar a sanar esta herida en el alma y llevar hacia la curación.

Quirón en Cáncer o en la casa 4

En el lugar oscuro y misterioso del alma donde Quirón reside, en el signo de Cáncer o en la cuarta casa, se encuentran las aguas más profundas del dolor. Esta herida se origina en el hogar o en el núcleo familiar durante la infancia. Como respuesta a eso, los jóvenes adultos con esta posición se alejan del hogar y la familia, dirigiéndose hacia la casa opuesta, la décima, asociada al éxito profesional. Aquellos con Quirón en Cáncer o en la casa 4 pueden encontrar consuelo en la terapia. La clave está en demostrarse a sí mismos que pueden encontrar un hogar dentro de sí mismos, escribir su propia historia desde cero y construir su propia casa, un lugar alegre y armonioso. El secreto radica en dejar de huir del trabajo y comenzar a habitar ese incomodo lugar llamado hogar, hasta que se convierta en un verdadero hogar.

Con Quirón en Leo o en la quinta casa, las personas experimentan en algún momento de su infancia la sensación de ser invisibles, de no ser aplaudidos lo suficiente o de ser desalentados en su creatividad. Con el tiempo, esta herida puede generar un bloqueo en la creatividad o, por el contrario, una necesidad ferviente de ser reconocidos, especialmente en el ámbito creativo o artístico. La clave para brillar en aquellos con esta posición radica en reconectarse con su niño interior. Declararse creativos y poner en práctica sus dones artísticos para desbloquear su energía creativa. Encontrar el reconocimiento dentro de sí mismos y dejar de buscarlo en el exterior.

Quirón en Virgo o en la sexta casa, desvelando una historia singular. Puede describir una cicatriz física o una niñez sometida a padres implacables, que despierta en el individuo una sensación profunda de fallo, imperfección o insuficiencia. Que curioso, Frida Kahlo también albergaba a Quirón en su morada en la casa 6. Muchos que duermen en esta morada canalizan su insatisfacción a través de la comida o exhibiendo niveles desmesurados de perfeccionismo, tanto sobre sí mismos como sobre sus semejantes. Profunda en el interior, conviven con angustiantes sentimientos de vacío y defecto. Una invaluable sugerencia para aquellos con esta disposición celeste es hallar la luz en rituales saludables, nutrirse con compasión y trabajar en la comprensión de que la perfección no se vislumbra como una opción plausible.

Quirón en Libra o en la séptima casa, revelando un capítulo distinto en esta cronología astrológica.

La herida más profunda de las personas que tienen a Quirón en Libra o en la casa siete es la dificultad para establecer vínculos. Es posible que hayan experimentado un trauma en su infancia a través de una relación en pareja. Esto les lleva a buscar independencia emocional y a evitar comprometerse en relaciones sentimentales, optando por la soledad y proyectando su propia herida en los demás. La clave para superar esta situación es aprender a reconciliarse con el concepto de vínculo. Es importante comprender que si bien las relaciones pueden ser dolorosas, también pueden brindar amor y crecimiento. Otro consejo valioso es evitar la complacencia excesiva con los demás, una tendencia común en las personas con Quirón en Libra o en la casa siete cuando están en pareja, como una forma de evitar conflictos.

Quirón  en Escorpio o en la casa ocho, la herida más profunda se relaciona con la intimidad y la transformación. Estas personas han experimentado traumas profundos en su vida, especialmente en términos de relaciones íntimas y sexualidad. Como resultado, pueden tener dificultades para confiar en los demás y para dejar ir el pasado. La clave para sanar esta herida es abrazar la transformación y permitir que el poder del perdón y la vulnerabilidad les ayude a sanar. También es importante recordar que el sexo y la intimidad pueden ser fuentes de conexión y empoderamiento, en lugar de dolor y frustración.

Al igual Quirón en Cáncer o en la casa cuatro, Escorpio y la octava casa son hervideros de sufrimiento. En este terreno del mapa celeste, la herida quironiana suele revelar experiencias abusivas durante la infancia, ya sea físicas o psicológicas. Con el tiempo, este trauma puede manifestarse como bloqueos sexuales, obsesivo control o relaciones posesivas. En otros casos, se traduce en una profunda sensación constante de dolor emocional. La terapia se convierte en una gran aliada para aquellos con esta posición, quienes con los años pueden convertirse en seres de gran poder al ser capaces de empatizar intensamente con el sufrimiento ajeno o incluso convertirse en destacados terapeutas. Son individuos que están íntimamente familiarizados con el dolor y, a menudo, logran transformarse y renacer de las cenizas como un ave fénix volando hacia lo más alto.

Quirón está en Sagitario o en la casa nueve, las personas a una temprana edad suelen experimentar una gran decepción relacionada con su fe. Algo o alguien en quienes confían plenamente les decepciona, y luego pasan el resto de sus vidas buscando una religión, filosofía o gurú en quienes creer. Sin embargo, con esta posición astrológica, las decepciones son constantes hasta que el individuo se da cuenta de que el único maestro capaz de guiar su camino reside dentro de sí mismo.

Cuando Quirón está en Capricornio o en la casa diez, la voz del deber y las expectativas sociales ejercen una gran influencia en la vida del individuo. Suelen experimentar heridas relacionadas con el sentido de logro y éxito, sintiendo la necesidad constante de demostrarse y demostrar a los demás su valía y competencia. Sin embargo, con el tiempo, aquellos con esta posición pueden transformar su dolor en una gran fortaleza, aprendiendo a autoafirmarse y alcanzar metas extraordinarias más allá de las expectativas establecidas.

Quirón en Capricornio o en la décima casa simboliza una profunda vulnerabilidad relacionada con el padre o la madre. El individuo se enfrenta a figuras de autoridad duras o extremadamente exigentes, lo que crea en él una desesperada necesidad de demostrar al mundo que puede alcanzar el pináculo del éxito. Sin embargo, este anhelo está enraizado en la sensación de tener un ala rota. La clave para volar alto con determinación y alcanzar la cima radica en reconocer que no existe tal ala rota. Se trata de comprender que no es necesario demostrar nada ni a ese padre, ni a esa madre, ni al mundo exterior, sino brillar intensamente para uno mismo.

Quirón en Acuario o en la casa once, se revela una herida causada por el acoso grupal durante la infancia. Este dolor persiste a lo largo de la vida como una herida social, lo que puede llevar al individuo a experimentar una sensación de inadecuación en su interacción con grupos, sintiéndose constantemente diferente o adaptándose en exceso para ser aceptado. La sanación para aquellos con este posicionamiento se encuentra en reconocer el origen de su herida y presentarse al grupo con valentía y autenticidad, comprendiendo que pueden ser apreciados por quienes realmente son.

Quirón en Piscis o en la casa doce, representa una herida profunda en el ámbito espiritual y emocional. El individuo puede sentirse desorientado y luchar con la sensación de que no encaja en este mundo material. Sin embargo, la clave para la sanación reside en abrazar su conexión con lo divino y sumergirse en su mundo de sueños y fantasía. A través de la compasión hacia uno mismo y de la aceptación de su naturaleza espiritual, el individuo puede encontrar la paz y la curación en la inmensidad del océano de la casa doceava.

Quirón en Piscis o en la casa 12 es como un recuerdo de una herida que ocurrió antes de nacer. Este obstáculo genera temor a lo desconocido, al perder el control y a lo que se oculta en lo más profundo del subconsciente. Esta área del mapa astral es extremadamente abstracta. Aquellos que tienen a Quirón aquí encuentran la claridad al abrazar la espiritualidad, encontrando la paz al aceptar que son parte de un universo infinito lleno de secretos. Las terapias intrauterinas también son una excelente manera de sanar para aquellos que tienen esta herida en el último signo de la rueda zodiacal o en su casa correspondiente.

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