Los Nodos Lunares llevan importantes mensajes sobre nuestro mundo emocional. Hablan de nuestro bagaje ancestral y bendiciones ancestrales.
Los Nodos – llamados nodos lunares – no son planetas, pero su influencia es igual de importante. Ambos son puntos sensibles que indican dónde el camino de la Luna alrededor de la Tierra cruza la eclíptica. Los Nodos Norte y Sur caen en signos opuestos entre sí y cambian de signo aproximadamente cada 18 meses.
- El Nodo Norte representa nuestros caminos kármicos y las lecciones que vinimos a aprender.
- El Nodo Sur revela los desafíos y regalos que traemos de vidas anteriores.
Dondequiera que estuviera ubicado el Nodo Norte en el momento en que nacimos, se llama Nodo Norte Natal, y al igual que cualquier planeta en la carta natal, su ubicación tiene un significado para nuestra personalidad y forma de ser. Es el punto del destino que continuamos siguiendo a lo largo de la vida.
Cuando enfocamos la atención en seguir el camino designado por el Nodo Norte, nos sentimos realizados y con más propósito. Ese camino está categorizado por las cualidades del signo en el que cae el Nodo Norte.
Por ejemplo, si el Nodo Norte se encuentra en Géminis, un signo de aire de comunicación e intelecto regido por Mercurio, mi “propósito o destino» en la vida, o aquello por lo que me esfuerzo para lograr la realización, seguramente tenga que ver con la enseñanza, el aprendizaje, la escritura o la difusión de mensajes.
Pero abrazar las cualidades de nuestro Nodo Norte no es algo que podamos hacerlo de manera fácil o natural; existe más allá de nuestra zona de confort, empujándonos hacia una expresión más específica de quiénes somos. El hecho de que parezca moverse lentamente, transitando retrógrado por el cielo, refleja la idea de que el karma y el destino también se desarrollan lentamente a lo largo de la vida.
El nodo norte es una energía que debe buscarse en lugar de usarse directamente.
Los Nodos nos enseñan cómo todo lo que nos ha sido arrebatado, ha sido abierto hacia una oportunidad diferente en nuestras vidas. Nos enseñan que lo que hacemos sin gratitud lleva un precio escondido. Dado que no es posible alcanzar el equilibrio absoluto entre los dos, lo mejor es centrarnos en el proceso para que podamos vivenciarlos con naturalidad.
¿Qué es el Nodo Sur en astrología?
El viaje al destino tiene que comenzar en alguna parte, y es ahí es donde entra el Nodo Sur Natal. Este Nodo se encuentra exactamente opuesto al Norte, ocupando el signo opuesto. No refleja lo que se esfuerza por alcanzar en el futuro, sino lo que ya sabe y encarna de experiencias pasadas y presentes. Es lo familiar, o de dónde venimos. Es la energía que nacemos habiendo ya desarrollado y que a veces se expresa en la primera infancia.
Es probable que nos identifiquemos más con el signo de nuestro Nodo Sur Natal que con el Norte porque representa un «lugar donde hacemos lo que sabemos».
Esto podría hacer que nos aferremos a ciertos rasgos del Nodo Sur por comodidad o por miedo, lo que puede provocar expresiones negativas de nuestra energía. Es por eso que el Nodo Sur está asociado con cualidades familiares o de hiperactividad que sería prudente liberar o suavizar, mientras que el Nodo Norte es la energía desconocida que nos desafía. Es como un juego de tira y afloja entre los dos nodos a lo largo de nuestras vidas.
Durante los años en los que tenemos un retorno nodal (los nodos regresan a los signos en los que estaban cuando nacimos), lo que ocurre aproximadamente cada 19 años, podemos tener una idea de nuestro destino o experimentar eventos predestinados.
Estos tránsitos crean una poderosa tensión entre el pasado y el futuro, resaltando de dónde venimos para mostrarnos hacia dónde vamos.
Posición de los Nodos Lunares
Debemos observar las casas astrológicas donde se asientan los Nodos Natales y los aspectos que forman con los planetas de nuestra carta. Cuando hay un trígono/sextil apoyando este eje, es una señal obvia de que nuestros antepasados hicieron algo bien y nos dejaron en una buena posición para que podamos compartir nuestros asuntos internos más profundos. Cuando hay aspectos tirantes, las cosas cambian.
Si no se nos dan las herramientas necesarias para suavizar oposiciones y aspectos tensos, y no tenemos forma de salir del problema, depende de nosotros comprometernos con el conflicto interno que nos empuja a través de relaciones difíciles.
Aquí es donde se necesita la soledad y el aprendizaje para ampliar horizontes, la terapia para crear seguridad y la práctica espiritual que nos permita calmar el cuerpo y la mente.
