Los Nodos Lunares en Astrología. Martín Schulman (2008)

La importancia de los Nodos Lunares en la carta natal.

El proceso de los nodos norte y sur es básico para aprender a vivir. Por medio de tus nodos norte y sur sacarás a la luz palabras y símbolos que utilizarás para salvar la distancia que media entre tus vidas pasadas y la presente. No es necesario creer en la reencarnación ni en la existencia de vidas anteriores para beneficiarse de este proceso, pero si crees que la vida tiene algún propósito y sentido, te resultará más fácil captar el significado de este concepto.

Los nodos son puntos del cielo donde la Luna intercepta la órbita de la Tierra alrededor del Sol. Tus nodos norte y sur están, en consecuencia, representados por dos signos que se oponen diametralmente entre sí en el cosmos. Si tu nodo norte está en Cáncer, tu nodo sur estará en Capricornio; si tu nodo norte está en Tauro, tu nodo sur estará en Escorpio, y así sucesivamente.

El estudio de los Nodos Lunares nos enseña que estos son una energía cimentada sobre un eje invisible, al que se denomina el eje del Dragón, y por el que discurre el flujo energético del tiempo desde el pasado al futuro. El astrólogo Mohan Koparkar lo describe como “un tubo en el vacío que conecta el pasado ignorado con lo conocido del presente”.

Este eje virtual es el punto de intersección sur y norte entre el plano de rotación de la Luna alrededor de la Tierra y el plano de la Eclíptica. Se sitúa en el punto de convergencia de la Luna y el Sol, y para comprenderlo mejor tenemos que entender lo que significa la Luna dentro de nosotros; la Luna refleja las energías cósmicas del Sol, de Venus y de Mercurio, maestros de los planos sutiles y superiores del hombre. Gobierna la actividad de Marte, el Karma manifestado en el hombre, la actividad de Júpiter y Saturno, el Espacio y el Tiempo que sujetan al hombre en la manifestación mientras no sea capaz de despojarse de las formas y de los pensamientos terrestres.

La Luna es un gran filtro receptor de energías cósmicas, que nos protege de aquellos grados de conciencia que no podríamos soportar.

¿QUÉ ES EL KARMA?

Cada persona es heredera de sí misma. Con esta frase podemos deducir que; nacemos en un lugar determinado, en un siglo, en una familia y en una sociedad que están hechos a la medida de la nueva experiencia que hayamos elegido tener en la nueva encarnación. Este destino esta marcado por las experiencias que hayamos tenido con anterioridad, en otras existencias, diremos pues que: el presente es consecuencia del pasado, y el futuro lo es del presente.

Como si de una universidad se tratará nuestro espíritu va progresivamente adquiriendo experiencias de este nivel de existencia, el más denso, si durante el “curso” no aprobamos determinadas “asignaturas” tenemos que repetirlas. Esto que la mayoría calificamos de Karma, no es, ni más ni menos que una Ley Universal:

LA LEY DE CAUSA Y EFECTO

Esta Ley está continuamente en el plano de lo cotidiano, sabemos que todo lo que produzcamos con nuestros actos tendrá una reacción en el entorno, día a día experimentamos lo que significa el intercambio retributivo y continuo, que es la base de nuestra existencia.

Si admitimos la Ley Kármica y la reencarnación, tenemos que pensar que donde nacemos y en que enclave, no es cuestión del azar, sino que es la forma de “actualizar” nuestra personalidad y de esta forma desarrollar nuestro trabajo evolutivo. Aunque nos parezcamos al núcleo familiar en el que hemos nacido, desde muy pequeños ya surgen contradicciones y divergencias en la adaptación con el medio, de hecho la mayoría de veces los hermanos tienen un carácter totalmente distinto, siendo educados en el mismo hogar y con los mismo padres.

Para los hindúes cuando la persona muere sus experiencias pasan a formar parte de la gran biblioteca del Universo -Akasha-, que constituye el cuerpo etérico del planeta. Ahí es donde se concentran todos los pensamientos del mundo, formando un aura que podría ser lo que Jung definió como el inconsciente colectivo de la humanidad. Nuestra memoria grupal.

Las experiencias de cada uno de nosotros en nuestras existencias anteriores están en nuestro interior, forman el equipaje psicológico y espiritual que traemos en nuestro regreso a la Tierra, con los objetivos y las diversas tareas que tendremos que realizar..

En cada uno de nosotros la energía de Akasha está representada por el planeta Venus, la cual cuando desciende de los planos sutiles hasta el universo materializado la transforma en Luz, sonidos y colores creando las formas lumínicas. A Venus la acompaña Mercurio, la Inteligencia del mundo, ambas energías se encuentran en nuestro interior aportándonos sus cualidades y haciéndonos comprender que formamos parte de ese gran todo cósmico.

Para ayudarnos tenemos también dentro de nosotros una herramienta igualmente universal: el deseo, simbolizado en nuestra carta natal por el planeta Marte, que es el motor de nuestra acción cotidiana. Este planeta pone en marcha nuestras energías y las encauza hacía la conquista de la meta. Es la energía física, el calor corporal, el impulso de ir más allá de la mera vida vegetativa, al crear en nosotros la ilusión de la duración, dota de realidad al tiempo. Porque el ser humano quiere existir, probar, conquistar, reproducirse, porque el ser humano teme el silencio, la inercia, la muerte, Marte crea en nuestro interior el deseo de la obra kármica y anima a la rueda de la vida. En sánscrito Marte se denomina Kama, el origen del Karma.

En la astrología Kármica la meta de nuestra vida está determinada por la posición de los Nodos Lunares en los signos donde se encuentren y en las casa, estudiaremos también todos aquellos elementos que estén conectados a ellos, ya sean planetas o aspectos significativos. Tenemos que mirar la carta natal de forma global y con los Nodos como base, revisado toda la astrología, puesto que los planetas son el origen y no la causa, y ese origen es preexistente al nacimiento de la persona.

La primera lectura consiste en descifrar los elementos kármicos del dibujo y sintetizarlos. La segunda permite deducir cuál es la línea de evolución de la carta en función de las indicaciones del Nodo Norte. El tercer nivel de estudio nos dirá la meta evolutiva que debemos seguir en la vida cotidiana, y en que etapas se producirán acontecimientos que nos ayuden a tomar conciencia de ella. El decorado está listo, los personajes existen, pero el guion está por escribir.

La energía de los Nodos Lunares

El Nodo Norte distribuye la energía Karmica tal y como va a ser utilizada en esta vida. Se manifestará más a nivel de casa de que signo, (aunque este también es importante ), y allí nos dirá en que sector se realizará la experiencia. Partiendo de la Casa ocupada por el Nodo Norte, la energía se distribuye siguiendo las líneas de fuerza de un triángulo equilátero que asocia Casas que completan el estudio.

El primer triangulo que estudiaremos será el de Fuego que relaciona las Casas I, V y IX las cuales están conectadas con el crecimiento individual del ser y su nivel de conciencia. Las personas con el Nodo Norte en una de estas Casas suelen ser favorecidos por el destino en el plano de la elevación social, su papel consiste en redistribuir conocimiento y sabiduría a los demás grupos. Esta posición suele aparecer en las cartas de maestros espirituales, así como en las de practicantes de ciencias avanzadas que ayudan en la evolución del planeta.

Estas personas, ejercen una cierta influencia sobre su entorno, son inteligentes y disponen de un alto nivel de conciencia. El instinto los empuja a cumplir sus fines Kármicos, los cuales se les presenta en forma de vocación desde muy pequeños. En la Casa I el Nodo Lunar favorece el crecimiento individual, en la Casa V la elevación de la conciencia individual y en la IX hará que la persona despierte espiritualmente y lo exprese. Cuantos más planetas se tengan en estas Casas, mayor será la implicación intelectual de la persona a la hora de responsabilizarse psicológicamente y espiritualmente de los demás.

El segundo triangulo pertenecen al elemento Tierra y agrupa las Casas II, VI y X las personas con estas posiciones sacan un gran partido de los dones desarrollados durante una existencia anterior en el orden material, Son los constructores económicos del planeta, sus fines son asegurar a cada uno su subsistencia y velar por la naturaleza terrenal de nuestro planeta. Están dotados de fuertes tendencias materialistas, y sus objetivos se plasman en administrar la riqueza, la materia y el alimento. El riesgo de ser pobres es mínimo, aunque no deben encerrarse demasiado a las certezas ligadas a su situación (casa II), o a la fuerza de un espíritu crítico y lógico demasiado objetivo (casa VI), no debe centrarse en un sistema de pensamiento estéril, o en una carrera por la adquisición de bienes materiales (casa X).

El tercer triangulo nos sumerge en la estructura y de la tradición, y pertenece al elemento Aire. Incluye las casas III, VII y XI de la carta, con esta connotación la persona esta motivada por cualidades espirituales e intelectuales, y su objetivo es velar por la armonía de la sociedad preservando sus estructuras y tradiciones. Son los más participativos, dotados a partes iguales para dar y recibir órdenes, ejecutándolas con inteligencia y fidelidad.

Aunque tienen autonomía personal y carácter, buscan sobre todo la comunicación, la inserción y la participación. Se trata de un grupo que sabe mantener el equilibrio entre las realizaciones materiales y la evolución personal. Generalmente son personas equilibradas, y resultan equilibradoras para los demás.

El cuarto triangulo reagrupa a los tres signos de Agua, y es el de las obligaciones y el servicio. Las Casas que conecta son la IV, la VIII y la XII. En este triangulo existe un gran potencial de elevación personal, pero este potencial no entra en juego hasta que la persona sea capaz de invertir su energía al servicio de los demás, todo lo que hagan para su propio provecho estará condenado al fracaso, guiados por “algo” que no les permite apartarse de un camino trazado desde otro plano.

De todos los grupos este es el que menos libre albedrío tiene y, aunque no debemos generalizar hay que reconocer que estas personas están en el punto de mira del destino, pero pueden tener tanto un objetivo deudor a causa de faltas pasadas, como un proyecto de elevación y superación personal.

Es un grupo llamado a la devoción, al reconocimiento de la Ley divina, a la búsqueda de los orígenes Kármicos de los sucesos, responsabilizándose de los demás. Una posición como esta del Nodo Norte puede producir médicos, comadronas, psiquiatras y profesores de yoga, a veces se manifiesta como un acontecimiento notable que cambia la orientación psicológica de la persona obligándola a efectuar un giro con maestría ya que de oponerse a él puede tener un accidente grave, incluso mortal. Es como un indicio de regeneración, impuesto por la existencia que se manifiesta en la casa VIII.

La casa XII implica una obligación de servir a los demás de la cual la persona no podrá escapar, tanto físicas como psíquicas. La casa IV nos hablara de un Karma familiar deudor, genético, de relaciones, cuya clave descubriremos estudiando las disonancias de la Luna y de Saturno y, también los signos de Cáncer y Capricornio.

De esta forma descubriremos cual fue el error que cometió en una vida anterior con sus allegados y con sus padres. Podremos ver si descuido su hogar, y como pagara hoy esa deuda; quizás buscará a un padre ausente, o sufrirá el abandono de su madre; incluso puede verse rechazada por sus hijos, o tendrá que ser mucho tiempo responsable de ellos.

Todo gira alrededor de la obligación de vivir una experiencia kármica que incluya a aquellas personas próximas con las que a contraído una deuda importante.

El elemento del signo y de la casa donde se encuentre el Nodo Norte nos indicara la inclinación espiritual de la persona, relacionado karmicamente con una motivación particular.

  • Elemento Fuego es una energía universal que se manifiesta como una actitud activa, agresiva, emprendedora y creativa. La personalidad está individualizada y animada por una fuerza que se experimenta espontáneamente. En el plano espiritual está energía tiene que ver con la evolución del ser, y se manifiesta a través del deseo y del Karma. El individuo reconoce su participación en este mundo en el que quiere desempeñar un papel, sintiéndose como un miembro activo del proceso cósmico de evolución, convirtiéndose en un propagador del mismo.
  • Elemento Aire, esta asociado con los mecanismos del espíritu y del intelecto, estas energías se manifiestan en el hombre a través de Mercurio y de Urano. Su actuación la lleva a cabo en su entorno mediante la comunicación. En el plano espiritual las personas de signos de Aire, o con mucha fuerza en ellos tienen la facilidad de pasar de la lógica a la intuición y a la percepción, y efectúan una síntesis de los mundos concretos y abstractos.
  • Elemento Tierra; esta energía se asocia al mundo sensorial, visible y concreto. Su actuación se orienta hacia lo perceptible, sobre todo ello basan la experiencia evolutiva. Son los constructores que buscan el origen de la vida y de la energía que proporciona la materia. La evolución se realiza a través de un despertar sensorial progresivo, que asegure el “contacto” del ser con el mundo invisible desde la certeza y la seguridad.
  • Elemento Agua, esta energía rige los sentimientos y las emociones, el acceso al conocimiento se efectúa a través de lo cotidiano, sin intelectualismos, también pueden recibir mensajes cósmicos que el ser interpreta como verdades esenciales. Las personas con este elemento enfatizado se guían más por la fe, el amor, las creencias y las iluminaciones, que por un espíritu critico y objetivo. Deberán de tener cuidado al valorar los mensajes que reciben ya que pueden ser emanaciones de su inconsciente.

No debemos centrar toda información en el Nodo Norte, ya que su energía es más un potencial que una certeza. El ser siente que debe ir hacia esa energía, pero se siente atrapado instintivamente por las viejas experiencias inscritas en el Nodo Sur, esto en realidad es normal ya que el individuo no abandona un determinado comportamiento elemental para adoptar otro, si no que se apoya en el elemento o elementos anteriores para desarrollar otras cualidades básicas cuya fusión le serán necesarias en esta nueva experiencia de vida.

Extracto del libro Nodos Lunares y Reencarnación de Martín Schulman (2008).
Esta obra describe con gran detalle cada una de las posiciones de los nodos a través de cada signo y de cada casa.

Los Nodos Lunares en Astrología / Esotérica Blog (2024)

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