Neptuno ingresará en Aries entre 2025 y 2026 hasta el año 2038

Para el año 2025, Neptuno ingresará en Aries, donde permanecerá hasta el 2038. Este movimiento marca el comienzo de un nuevo ciclo de 164 años. Nuestro querido Neptuno decide aventurarse en el intrépido signo de Aries, y lo hace con gran determinación desde el año 2025 hasta el 2038.

¡Prepárate para un viaje fascinante y lleno de energía celestial mientras Neptuno, el gobernante de los mares, se sumerge en las aguas ardientes de la audacia y la valentía arianas!

Aries es el signo del guerrero, y es probable que se libren batallas en múltiples niveles. Nos encontramos una vez más soñando con un mundo drásticamente diferente, donde la ingenuidad y la valentía humana arden con fuerza y pasión. Es posible que nos encontremos en un período de grandes promesas y visiones renovadas. Por primera vez en más de un siglo y medio, estamos llenos de fe en nuestras propias capacidades y convicciones, lo cual puede conducirnos a resultados inmensamente creativos.

Sin embargo, esta visión también puede cegarnos ante nuestros propios límites y nuestros apasionados sueños de cómo «debería» ser el mundo. Podemos volvemos fanáticos y pasar por encima de los derechos y sentimientos de los demás. También cambiará nuestra percepción de lo que es bello, de la moda y lo deseable.

La influencia de Neptuno en Aries nos impulsa a abrazar un espíritu combativo y luchar por nuestros ideales. Este tránsito puede ser tanto prometedor como peligroso, pero al comprender los posibles riesgos, podemos canalizar nuestra energía de manera positiva y constructiva, construyendo así un futuro mejor y más equitativo.

Neptuno, características generales

Neptuno deslumbra con un tridente desafiante, apuntando al firmamento, mientras sostiene una cruz como fundamento. Encarna nuestro anhelo de tocar lo divino, recordándonos nuestra humanidad. Nos advierte de evitar caer en ilusiones y alienaciones, persiguiendo metas etéreas. Expone nuestro deseo de explorar otros reinos y divinidades, y las frustraciones que acarrea la limitación de la existencia material.

Neptuno simboliza el arte en todas sus formas, incluyendo a artistas, cineastas y escritores de ficción. También es el refugio de los místicos y mártires, así como de aquellos inclinados al consumo de sustancia psicotrópica (del griego psykhe, ‘alma’, y tropos, ‘girar, tornar’)​​ que permiten escapar y trascender la realidad convencional, aunque pueden desembocar en adicciones.

Neptuno se mueve con la tranquilidad de un caracol, avanzando menos de 2 minutos al día, y cada año decide darle una vuelta de tuerca al universo retrógrado durante unos 5 meses. Tarda 165 años en abarcar todo el zodiaco, regalándonos su presencia durante largos 14 años en cada signo del horóscopo.

Curiosamente, la Casa 12 ha establecido una amistad con Neptuno, quien además tiene el honor de ser el gobernante de Piscis.

La influencia de Neptuno se diluye con el tiempo, aunque de forma gradual, transformando lentamente la esencia de una generación entera. Tiene la capacidad de ejercer su influjo tanto en la colectividad como en el individuo, dejando su sello celestial.

Neptuno despliega su influencia de manera sutil y enigmática, erosionando las capas de autoafirmación y logrando que lo individual se difumine en lo universal.

Sus energías vibran en armonía con el amor incondicional y compasivo, enalteciendo el acto de desvanecerse y entregarse plenamente. Está íntimamente ligado al océano, al nirvana, a la redención y a la universalización de todas las cosas, así como a la falta de enfoque. Se disuelve sigilosamente, se infiltra invisiblemente, se extiende y se diluye, siendo un símbolo de la ambigüedad y la carencia de claridad.

Neptuno representa todo aquello que aparenta ser, pero en realidad no es : es un abanderado del ilusionismo y de lo surreal.

  • El lado positivo de Neptuno despierta en nosotros la bondad y compasión, inspirando nuestras habilidades artísticas, como el cine, la poesía, la música y la danza. Nos impulsa hacia el misticismo y nos dota de una sensibilidad intuitiva y contemplativa que nos permite recibir las maravillas y lo sublime. Es una búsqueda personal por redimirnos y trascender, sacrificándonos y dedicándonos en el camino. Nos enseña a adaptarnos y convivir con nuestro entorno, y a idealizar la realidad.
  • Por otro lado, su lado negativo nos envuelve en la apatía, la pasividad y la ingenuidad, despertando un deseo de ser tratados como niños. Nos arrastra hacia relaciones destructivas donde nos aprisionamos mutuamente, haciendo difícil romper los lazos de dependencia y dominio. Podemos perder la noción de la realidad y sumergirnos en paraísos artificiales, como las drogas, los sueños y las fantasías irreales.

Cuando Neptuno tiene un papel prominente en nuestra carta astral, nos brinda mayor intuición y flexibilidad. Sin embargo, también puede dejarnos confundidos y engañados, ya que, mientras nos preocupamos por los demás, podríamos descuidar nuestros propios problemas personales.

Neptuno desarma y disipa las estructuras y formas de la realidad, sugiriendo la presencia de un significado más trascendental o la completa falta de él.

La danza de las horas de Gaetano Previati (1899).

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