Cuando Mercurio se encuentra en Piscis nuestra mente se sumerge en las profundidades de nuestro ser, donde la imaginación y la idealización florecen. Podemos sentirnos dispersos y confundidos, luchando por distinguir entre la fantasía y la realidad. Nuestra mente se vuelve adaptable, maleable, abierta al cambio. Sin embargo, también existe una tendencia hacia el aislamiento y los asuntos secretos, lo que a veces puede atraer engaños y traiciones, incluso de enemigos ocultos.
Piscis es un signo tradicionalmente opuesto al intelecto, lo que hace que Mercurio se sienta en exilio aquí. Mercurio se rige por principios como el aire, la frialdad, la objetividad y la astucia. Por otro lado, Piscis se caracteriza por su humedad, emociones, mutabilidad, fusión y espejismos. La intuición, la sensibilidad extrema y la devoción también son características de este signo.
Con Mercurio en Piscis podemos experimentar un mundo de emociones y percepciones profundas, aunque a veces pueda ser complicado determinar qué es real y qué es mera ilusión.
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