Max Ernst (Brühl, Alemania, el 2 de abril de 1891 – París, Francia, el 1 de abril de 1976) nació y murió bajo el signo de Aries, símbolo de inicio, impulso y fuerza creadora.
Su vida artística fue fiel a esta energía: pionero del dadaísmo y el surrealismo, rompió moldes con una imaginación salvaje y rebelde. Como Aries, abrió caminos sin temor, y su fuego creativo ardió hasta el final, cerrando su ciclo vital justo cuando el zodíaco volvía a encender su chispa.
Max Ernst nació bajo el signo de Aries el 2 de abril de 1891 y falleció también en tiempo de Aries, el 1 de abril de 1976. Es como si su ciclo vital estuviera completamente enmarcado por la energía ariana: el inicio, el impulso, la ruptura con lo establecido, el fuego creativo que inaugura caminos.
Aries, como primer signo del zodíaco, está regido por Marte, planeta de la acción, la lucha, el deseo de abrir brecha y de afirmar el yo.
Ernst, como figura clave del surrealismo y del dadaísmo, encarnó ese espíritu pionero y provocador. Su arte rompía moldes, exploraba lo irracional, lo onírico, lo automático… todo con una fuerza instintiva muy ariana. Y morir también en Aries tiene una resonancia poética: como si su fuego creativo se apagara justo cuando el zodíaco enciende su chispa anual. Cierre y apertura en el mismo signo.
Sol en Aries (Casa 10)
El Sol en Aries está exaltado, lo que potencia su energía de liderazgo, innovación y audacia. En casa 10, casa de la vocación y la proyección pública, indica un fuerte impulso hacia la afirmación en el mundo profesional. Ernst necesitaba brillar y dejar huella, lo cual hizo como figura pionera del dadaísmo y el surrealismo.
Luna en Capricornio (Casa 6)
La Luna está en detrimento en Capricornio, lo que puede señalar una emocionalidad contenida, controlada o canalizada a través del trabajo. En casa 6, sugiere una relación intensa con el esfuerzo diario, la disciplina y el perfeccionismo. La frialdad emocional puede haber alimentado su fascinación por lo irracional y lo simbólico.
Ascendente Cáncer
Este ascendente le daba una sensibilidad profunda, pero posiblemente oculta tras una máscara protectora. Lo dota de una mirada interna rica, capaz de transformar emociones en imágenes arquetípicas, y conecta con su capacidad de generar mundos oníricos.
Saturno en Casa 5 en aspecto con Neptuno y el Nodo Sur
Esta conjunción sugiere un karma creativo: estructuras rígidas (Saturno) que se disuelven (Neptuno) a través del arte y la imaginación. La casa 5, ligada a la expresión artística y el juego, convierte esta tensión en motor de innovación.
T-Cuadrada Cardinal entre Sol, Luna y Plutón
Una configuración de alta tensión: Sol en Aries, Luna en Capricornio y Plutón en Géminis. Este triángulo dinámico refleja una lucha entre la afirmación del yo, la necesidad de control emocional y el impulso transformador de Plutón. Ernst canalizó esta energía explosiva a través del arte, rompiendo las formas establecidas.
Mercurio en Aries conjunción Sol
Una mente veloz, incisiva y orientada a lo nuevo. Su pensamiento era audaz y provocador, ideal para un creador vanguardista. Esta conjunción potencia su capacidad de comunicación e invención.
Sol y Mercurio en Aries en Casa 10
Ernst canaliza la energía del Mago: voluntad, acción, creación desde el impulso. Aries es el gran iniciador, y la Casa 10 potencia su visibilidad como creador de nuevas realidades. El Mago transforma elementos y lanza un nuevo lenguaje visual, como Ernst en el arte.
Plutón en Géminis en oposición a Luna
Esta tensión interna entre la razón y lo emocional, entre la palabra y el abismo, da lugar a rupturas. Ernst encarna la Torre como destructor de formas, agitador de estructuras mentales. Su arte sacude, interrumpe, provoca el despertar a través del colapso.
La carta natal de Max Ernst revela a un creador impetuoso y radical, con una personalidad marcada por la voluntad ariana de abrir caminos y una estructura emocional más fría y disciplinada. Su arte fue el espacio donde las tensiones internas se transformaron en imágenes revolucionarias, oníricas y profundamente simbólicas.
Max Ernst y el Tarot, algo muy coherente con su universo simbólico, onírico y alquímico.
Él mismo, de hecho, colaboró en un mazo de tarot surrealista en 1940, el «Jeu de Tarot de Max Ernst», con collages que reconfiguran los arquetipos tradicionales desde una mirada dadaísta y psicoanalítica.
