Los signos de Tierra—Tauro, Virgo y Capricornio—representan la solidez, la estabilidad y la conexión con lo tangible. Son signos que buscan seguridad, estructura y resultados concretos en la vida. Su enfoque es práctico, realista y perseverante, con una fuerte conexión con el cuerpo, los sentidos y el mundo material.
La tierra tiende a estar muy arraigada, sólida y estructurada. Es un elemento físico, tangible e incluso sensual, relacionado con asuntos del plano de existencia terrenal.
Tauro (20 de abril – 20 de mayo)
Tauro es el signo de la persistencia y el disfrute sensorial. Regido por Venus, valora la estabilidad, la comodidad y el placer. Su energía es paciente, resiliente y leal, con una gran capacidad para construir y sostener lo que ama. Sin embargo, su apego a la seguridad puede volverlo terco o resistente al cambio. La conexión con la Tierra en Tauro se expresa a través de la sensualidad, el arte, la naturaleza y el disfrute de los placeres simples de la vida.
Virgo (23 de agosto – 22 de septiembre)
Virgo es el signo de la organización, la precisión y el servicio. Regido por Mercurio, su mente analítica lo lleva a buscar perfección y eficiencia en todo lo que hace. Tiene una habilidad excepcional para discernir lo útil de lo innecesario, y su conexión con la Tierra se expresa a través del cuidado del cuerpo, la salud y los hábitos diarios. Virgo es meticuloso y detallista, pero puede volverse crítico o ansioso cuando las cosas no salen como espera. Su don está en la capacidad de mejorar y optimizar lo que lo rodea.
Capricornio (22 de diciembre – 19 de enero)
Capricornio es el signo de la disciplina, la ambición y la construcción a largo plazo. Regido por Saturno, tiene una gran capacidad para asumir responsabilidades y trabajar con constancia para alcanzar sus metas. Su energía es pragmática y resistente, con un fuerte sentido del deber y la perseverancia. Sin embargo, su enfoque en la productividad puede llevarlo a la rigidez o al exceso de exigencia consigo mismo. Su conexión con la Tierra se refleja en su capacidad para materializar sueños a través del esfuerzo y la estructura.
En conjunto, los signos de Tierra nos enseñan a enraizarnos, a valorar lo concreto y a construir con paciencia. Son la base sobre la cual se sostienen nuestras ideas y aspiraciones.
