Llega la Navidad y con ella todos sus rituales, que si poner el árbol, el Belén, las luces navideñas, el turrón vuelve a casa, reunir a la familia, los Reyes …
Solos, acompañados, en familia o con amigos …. lo más importante es acompañar a las personas que queremos en su camino, empatizar y saber que la felicidad no tiene por qué depender ni de nada ni de nadie.
Siéntete libre, sin obligación y vive como mejor te sientas. El secreto desvelado de la Navidad es que no hay alegría sin tristeza, no hay ilusión sin nostalgia, no hay amor en el mundo sin enfado por sus reglas … NO lo olvides: la felicidad en sí misma no existe. La felicidad se construye a través de nuestra actitud.
No es difícil ser feliz en Navidad; unas gotitas de actitud, se espolvorea con magia, se adereza con ilusión y se le pone un inmenso lazo de satisfacción. Tanto si te gusta, como si no te gusta, la Navidad, aprende a disfrutar de ella y ¡Feliz Navidad!