Plutón desafía el esquema de proporciones que, salvo por Marte, ha prevalecido en la octava inferior. Plutón es un ser distintivo y sin precedentes en el universo conocido.
Plutón nos coloca en un laberinto sin salida, en un momento de nuestra evolución donde la mayoría de nosotros no tiene capacidad para decidir por sí mismo. Básicamente, todo lo que ocurre es fuera de nuestro control y debemos lidiar con la situación. La realidad plutoniana es difícil de asimilar y supera nuestra capacidad de reacción, pero no debemos olvidar que en esencia somos seres básicos.
Pere Puiggros, a través de su libro «Plutón», nos adentra en su fascinante significado de una forma magnífica.
Según explica en sus páginas, la semilla de Plutón trabaja silenciosa y constantemente bajo tierra, hasta que de repente, irrumpe como un terremoto o un volcán, pillándonos desprevenidos y sin saber cómo reaccionar. La llegada de Plutón vino a trastocar el orden cósmico que, salvo por el rebelde Marte, mantenía una jerarquía establecida. Este nuevo planeta era algo nunca antes visto. Al igual que los planetas trans-saturninos, Plutón representa una octava más elevada de otro astro, en este caso, del feroz Marte. Algunos creen que su reinado recae sobre Escorpio, basándose en mitos y analogías claras con el signo escorpiano y su capacidad para regenerar.
Otros creen que Plutón debería gobernar Aries, después de que Urano recibiera Acuario y Neptuno controlara Piscis, basándose en la naturaleza destructiva del planeta, como un Marte elevado. Una cuarta teoría propone que Plutón comparte el reinado con Neptuno en Piscis, facilitando la disolución y la transformación de la materia.
En la astrología esotérica, Alice Bailey señala a Plutón como el regente de Piscis. Además, existe una fuerte conexión entre Plutón y Mercurio, regente esotérico de Aries, que conduce a las almas fallecidas hacia la presencia plutoniana. Todo esto tiene su lógica y sería una tontería ignorarlo en pos de una regencia determinada que facilite el trabajo astrológico.
Este libro es todo un deleite. Su lectura se desliza suavemente y se asimila con rapidez. Lo mejor de todo es que se queda grabado en la memoria por mucho tiempo.
Introducción
La idea de escribir un libro sobre Plutón vino a mi mente de improviso, como un flash, en el transcurso de una comida con amigos. Comenté el hecho en voz alta y mi sorpresa en ese momento no fue menor que la de ellos. La broma y el comentario malicioso, dado el carácter erótico del planeta, nos acompañaron hasta el final de esa comida, y aún mucho después, cada vez que nos encontrábamos alguno de los comensales. Cuando ocurre alguna cosa «fuera de lo común» suelo prestar mucha atención, despierto del habitual letargo de la cotidianeidad y durante unos días escudriño todas las aparentes «casualidades» que constantemente acontecen en la vida. Así fue fácil descubrir (la evidencia aparecía con una frecuencia fuera de la norma) que otros compañeros del mismo campo de conocimientos y enfocados en igual dirección también habían experimentado la presencia de Plutón en el ambiente. Cada uno a su manera, según su peculiar idiosincrasia, había tomado la decisión de cumplir el mandato plutoniano. De algún modo para todos ellos se cerraba una etapa y empezaba otra. Fueron unos días en que todas las señales indicaban la misma dirección. Hacía muy poco que Plutón había entrado en el signo de Escorpión. Hasta ese momento no había dedicado una especial atención a Plutón, sabía los cuatro conceptos básicos que todo astrólogo conoce, pero las «coincidencias» vinieron en mi ayuda y en muy poco tiempo me llegó una cantidad extraordinaria de información: material escrito, por lo general de difícil acceso, conversaciones con personas que de una manera directa o indirecta iban aportando los datos que necesitaba. Realmente fue una experiencia plutoniana: de la oscuridad de los archivos o del usual secreto de ciertas personas, a las que hacía años conocía y jamás me habían comentado nada, salía a la luz la información precisa para escribir este libro. Todo lo que podía decir lo he dicho. Otros vendrán en el momento oportuno que ampliarán y matizarán lo expuesto en estas pocas páginas. Agradezco pués a las coincidencias, señales, circunstancias y personas que de manera sutil pero efectiva han facilitado el contenido de este libro.
Sobre el autor, Pere Puiggròs
(Barcelona, 1942). Licenciado en Bellas Artes. Profesor durante tres décadas, hasta su jubilación, de la facultad de Bellas Artes de Barcelona. Pintor y grabador, ha realizado numerosas exposiciones individuales. También ha publicado ensayos y libros, entre ellos Plutón y Los Nodos de la Luna y, recientemente, los libros de poemas Huevario de la mano izquierda y Sobre mis huellas.
«Soy un hombre que unas veces alterna y otras veces mezcla expresamente lo místico y lo profano, como si todo fuese una misma cosa. Durante una época de mi vida me sumergí en el estudio de las mal denominadas ciencias ocultas: astrología, cábala, ovnis, pirámides, monstruos de tres cabezas…, todo lo raro. Las coordenadas del ser humano en su espacio y tiempo, la geometría sagrada como mapa del conocimiento…” – Pere Puiggròs