La Sacerdotisa y el Ermitaño del Tarot, el poder del silencio

«Una semilla crece sin sonido, pero un árbol cae con un ruido enorme. La destrucción tiene ruido, pero la creación es silenciosa. Este es el poder del silencio, crece silenciosamente»

— Confucio (551 a.C.- 479 a.C.)

Este es el inmenso poder del silencio, que crece sigilosamente, como una semilla bajo la tierra que lentamente se transforma en un majestuoso árbol.

El silencio es el sendero que nos conduce de regreso a casa, donde nos encontramos con nuestra esencia más auténtica. Es el refugio sagrado donde nos reencontramos con nosotros mismos, sin distracciones ni interferencias. El silencio es una celebración íntima de nuestro ser, un momento sagrado de conexión profunda con nuestra propia existencia. Solo en el silencio encontramos la paz que anhelamos, un viaje introspectivo que nos lleva de regreso a nuestro verdadero hogar interior. En el silencio encontramos las respuestas que buscamos y descubrimos la magia de nuestra propia voz interior.

La Sacerdotisa y El Ermitaño

La Sacerdotisa y El Ermitaño, dos seres en búsqueda de conocimiento interno, envueltos en una danza de reflexión y meditación constante. Son cartas que despliegan la mente hacia una comprensión profunda, escrutando cada detalle incierto después de una meditación profunda. La introspección y la cultura de La Sacerdotisa se fusionan con el pensamiento interior y la experiencia de vida del Ermitaño, convirtiéndose en referentes.

Dos personajes unidos por lazos profundos, ambos sabios y reservados, pero capaces de lograr grandes cosas al abrirse mutuamente. Como si existiera una predestinación espiritual entre ellos, como si el ermitaño deseara o se sintiera atraído por el aura misteriosa de la sacerdotisa. Son completamente independientes, pero juntos son una unión superior.

Percibo a la Sacerdotisa como una mujer intuitiva y sabia, práctica e inteligente, conocedora de diversas disciplinas y meticulosa en su intuición, tal vez una médium. Por otro lado, el hombre posee una experiencia introspectiva, buscando respuestas desde su interior, guiado por una voz que también puede guiar a otros. Es un maestro de luz o un guerrero de luz, una poderosa combinación entre lo místico y lo espiritual.

El Ermitaño -maestro iluminando- revela la búsqueda y el rumbo de la persona. Representa al ser que cultiva sus conocimientos con dedicación, y los pone en práctica. Ella está explorando su ser interno y mostrándolo al mundo, meditando cada paso que da. Aprende y comparte su experiencia, guiando a otros con enseñanzas y consejos. Se toma su tiempo para reflexionar y actuar con precisión y oportunidad.

El Ermitaño es reconocido como un maestro o guía, un tutor para asuntos académicos y un acompañante espiritual, consejero y sabio en cuestiones espirituales. Un gurú de sabiduría ancestral.

En términos generales, esta conjunción tiende a presagiar un periodo de reclusión o contemplación. Puede indicar un distanciamiento del mundo exterior o la necesidad de reflexionar detenidamente antes de actuar. Cuando se trata de un amor profundo entre dos personas introvertidas o serias, la combinación es aún más poderosa.

Si ya de por sí, La Sacerdotisa es una carta que refleja la introversión, al unirla con El Ermitaño, se refuerza aún más esta idea.

La Sacerdotisa y el Ermitaño del tarot / Esotérica (2024)

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