«La sabiduría del Tarot» de Elisabeth Haich es un libro profundo y espiritual donde la autora interpreta los 22 Arcanos Mayores del tarot no como simples cartas adivinatorias, sino como etapas del camino de autoconocimiento y evolución espiritual.
Para Elisabeth Haich, el Tarot no predice el futuro: describe el viaje del alma desde su origen inocente hasta su unión consciente con lo divino.
Elisabeth Haich (1897–1994) fue una escritora espiritual, maestra de yoga y mística nacida en Hungría. Es conocida principalmente por su obra «Iniciación», donde relata sus experiencias de vida espiritual, incluyendo memorias de vidas pasadas en el antiguo Egipto.
Haich combinaba enseñanzas de yoga, misticismo occidental, tarot, cábala y filosofía esotérica. Su enfoque siempre fue el autoconocimiento profundo y la evolución espiritual del ser humano. En su visión, el Tarot no era un método de adivinación, sino un mapa simbólico del viaje del alma hacia su realización divina.
Pasó los últimos años de su vida enseñando yoga y espiritualidad en Suiza, donde fundó una escuela junto a Selvarajan Yesudian.
Algunos puntos clave del libro:
- Utiliza las imágenes del Tarot de Oswald Wirth (un tarot hermético y esotérico clásico).
- Cada carta representa un nivel de conciencia o un aspecto del viaje interno del ser humano hacia su realización espiritual.
- No es un manual para «leer el tarot» en el sentido tradicional, sino una guía de autotransformación a través del simbolismo.
- Tiene un enfoque místico y filosófico muy marcado, propio del pensamiento esotérico de mediados del siglo XX.
La visión de Elisabeth Haich: Arcano por Arcano
0 – El Loco
El alma pura, libre, en su estado original. Representa el espíritu antes de la encarnación: inocente, sin límites, pero también ignorante de su camino.
I – El Mago
El despertar de la conciencia individual. El ser humano toma conciencia de su poder de manifestación en el plano material.
II – La Papisa
El conocimiento oculto. El alma intuye que hay misterios detrás del mundo visible, pero aún no los comprende.
III – La Emperatriz
La creación en el mundo material. Fuerza creativa activa, manifestación consciente en la materia.
IV – El Emperador
La estructuración de la existencia. El alma aprende el poder de la razón, la ley y la disciplina.
V – El Papa
La conexión con la sabiduría espiritual. El alma busca sentido superior y establece contacto con la enseñanza divina.
VI – Los Enamorados
La necesidad de elegir conscientemente entre caminos de evolución espiritual o material. El despertar del amor consciente.
VII – El Carro
El dominio sobre el cuerpo y el alma. El individuo, consciente de su voluntad, dirige su destino.
VIII – La Justicia
El equilibrio entre acción y consecuencia. El alma comprende la Ley Universal: todo acto tiene su retorno.
IX – El Ermitaño
La búsqueda interior. El alma se aparta del mundo exterior para encontrar la luz dentro de sí.
X – La Rueda de la Fortuna
La ley del cambio y la impermanencia. El alma entiende que todo es cíclico: éxito y fracaso son ilusorios.
XI – La Fuerza
El dominio del alma sobre los impulsos instintivos. El verdadero poder es interior, no violencia externa.
XII – El Colgado
La inversión de la perspectiva. El alma se entrega, renuncia voluntariamente al ego para acceder a una nueva visión.
XIII – La Muerte
La transformación total. El alma muere simbólicamente para renacer a un nivel superior.
XIV – La Templanza
La armonización de opuestos. El alma aprende a integrar el espíritu y la materia, lo consciente y lo inconsciente.
XV – El Diablo
La confrontación con los aspectos más bajos del ser. El alma enfrenta las cadenas de sus deseos y pasiones.
XVI – La Torre
La destrucción de estructuras falsas. Todo lo que no es auténtico debe caer para liberar la verdadera esencia.
XVII – La Estrella
La esperanza y la inspiración divina. El alma, purificada, vuelve a confiar en la guía superior.
XVIII – La Luna
La ilusión y el subconsciente. El alma atraviesa confusión y pruebas en su camino nocturno.
XIX – El Sol
La iluminación y la conciencia pura. El alma despierta plenamente a su verdadera naturaleza divina.
XX – El Juicio
La resurrección espiritual. El alma reconoce su inmortalidad y su conexión eterna con el Todo.
XXI – El Mundo
La realización total. El alma ha completado su viaje: se une con la conciencia universal en plenitud.
Capítulo 1 – Introducción al Misterio del Tarot
Elisabeth Haich transmite una gran reverencia hacia el Tarot como un lenguaje sagrado.
- Comienza explicando que el Tarot no es un simple juego de cartas ni un método de adivinación superficial.
- El Tarot es, en su visión, un sistema simbólico profundo, que contiene enseñanzas ocultas sobre el desarrollo espiritual del ser humano.
- Estas enseñanzas fueron codificadas en las imágenes del Tarot para que los sabios pudieran transmitir conocimientos secretos a través de los siglos, incluso en épocas en que el acceso a la sabiduría esotérica estaba prohibido o perseguido.
- Cada Arcano Mayor representa una etapa en la evolución del alma humana: desde su estado original (el Loco) hasta su perfección (el Mundo).
- Subraya que comprender el Tarot no es cuestión de estudio intelectual, sino de despertar interior. El verdadero conocimiento de los símbolos solo se revela a quienes viven su significado.
- También señala que para quienes se acercan al Tarot con curiosidad superficial o solo para predecir su futuro, el Tarot no revela sus misterios.
- Introduce la idea de que el Tarot está relacionado profundamente con otras tradiciones espirituales, como la Cábala y el Hermetismo.
- Finalmente, prepara al lector diciendo que el trabajo con los Arcanos es un camino de transformación: quien estudia el Tarot conscientemente no queda igual, porque cada símbolo actúa como una llave para abrir puertas internas.
Capítulo 2 – El Loco (Carta 0)
El Loco es el alma antes de saber quién es.
Haich presenta al Loco como el principio del viaje del alma hacia la autoconciencia. El viaje de los Arcanos Mayores será el camino de convertirse en quien realmente es.
- Haich empieza explicando que el Loco representa el alma humana antes de su nacimiento. Es un alma pura, inocente, completamente libre, pero también inconsciente de su propia naturaleza.
- El número 0 no es un número real, sino un símbolo del vacío y la totalidad. El Loco contiene todas las posibilidades en sí mismo, pero aún no ha tomado forma.
- El Loco simboliza el estado en que el alma existe en el mundo espiritual: no tiene límites, no está ligada ni al bien ni al mal, ni a la sabiduría ni a la ignorancia. Simplemente es.
- En este estado primordial, el alma no tiene conciencia de su verdadera esencia. Para adquirir conciencia de sí misma, debe descender al mundo material. Este descenso es lo que en términos espirituales se llama «encarnación».
- El paso por la vida terrenal es visto como una escuela: A través de experiencias, errores, sufrimientos y aprendizajes, el alma se va despertando y reconociendo a sí misma.
- El Loco también representa el peligro de dispersarse: Si el alma se pierde en las distracciones y placeres del mundo material, puede vagar erráticamente sin encontrar su propósito.
- El Loco en el Tarot de Wirth: El personaje camina sin rumbo fijo, a punto de caer en un precipicio, mientras un animal (el instinto) lo muerde o tira de su ropa. Esto simboliza que el alma debe despertar su conciencia para no precipitarse en el abismo de la ignorancia.
- Haich insiste en que el Loco no es negativo: es el símbolo de la inocencia absoluta y también de la libertad absoluta. Pero esa libertad sin conciencia aún no es verdadera sabiduría.
Capítulo 3 – El Mago (Carta I)
Tras el estado de inocencia del Loco (0), el alma entra en un nuevo estado: la toma de conciencia.
El Mago representa el primer paso consciente del alma en el mundo material. Haich muestra al Mago como el principio del auto-descubrimiento activo.
- El número I simboliza la unidad individualizada: El ser humano se percibe a sí mismo como «yo», separado del todo, capaz de actuar y de transformar el mundo.
- El Mago es el portador del poder de manifestar: Tiene en su mesa los cuatro elementos básicos (bastón, copa, espada y pentáculo), que representan voluntad, sentimiento, pensamiento y cuerpo físico.
- Imagen del Mago (en el Tarot de Wirth): El Mago está de pie, erguido y activo. Su gesto hacia el cielo y la tierra indica que canaliza las fuerzas superiores hacia el mundo material.
- Significado profundo: El Mago es el ser humano creador: puede utilizar su voluntad y sus facultades internas para construir su vida en la Tierra.
Pero Elisabeth Haich advierte:
- Este poder puede ser usado positiva o negativamente.
- Si el ser usa su poder sólo para fines egoístas, terminará esclavizado por sus propias creaciones.
- Si lo usa con sabiduría y conexión espiritual, podrá evolucionar hacia estados superiores de conciencia.
El gran desafío del Mago:
Dominar los cuatro aspectos de su ser (voluntad, emociones, mente y cuerpo) de manera equilibrada y consciente.
Frase esencial del capítulo:
«Todo lo que el ser humano necesita para su evolución ya está en su interior. Solo debe aprender a usarlo conscientemente.»
Continuará.
La sabiduría del Tarot de Elisabeth Haich : Arcano por Arcano – 2 parte
¡Gracias por confiar en este espacio para estudiar algo tan hermoso y profundo!

