La Navidad y el nacimiento de Jesús desde una perspectiva esotérica

“He aquí, la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”, que se traduce como “Dios con nosotros”. Mateo 1:23.

No hay referencias directas en la Biblia sobre la fecha del nacimiento de Cristo, ni siquiera indicaciones aproximadas sobre el momento del año en el que se produjo. Hacia los siglos II y III se barajaban las fechas del 25 de diciembre y 6 de enero para el nacimiento de Cristo y 25 de marzo y 6 de abril para su muerte.

¿Puede haber una relación entre estas fechas? Entre el 25 de marzo y el 25 de diciembre hay nueve meses de diferencia, exactamente igual que entre el 6 de abril y el 6 de enero. En otras palabras, los cristianos de la época estaban suponiendo que la concepción de Cristo tuvo lugar en el mismo día del año que su muerte. Durante el siglo III se propuso celebrar el natalicio en diferentes meses, como lo fueron en enero, marzo, abril, mayo, octubre, etc.

De hecho, las iglesias cristianas orientales celebran el nacimiento de Jesús entre el 6 y 8 de enero, y se hacen regalos durante esa fecha, recordando el «Día de Reyes», una tradición oriental de larga data, que corresponde a la llegada de los Reyes Magos a visitar a Jesús. Con respecto al mundo occidental, fue recién entre el año 354 y 360 DC., bajo el pontificado del Papa Liberio, que se escogió la noche del 24 al 25 de diciembre para la celebración de la Navidad. Antes, los cristianos sólo conmemoraban el Domingo de Resurrección, ya que no tenían idea de cuándo había nacido Jesús.

¿Por qué esa noche? Porque el Papa Liberio la fijó como fecha inmutable, ya que ese día los romanos celebraban el nacimiento del Sol invencible; la fiesta del solsticio de invierno, para festejar la victoria del Sol sobre las tinieblas. Al elegir este día para celebrar la Navidad, los cristianos quisieron simbolizar que el verdadero Sol, el vencedor de las tinieblas del mal, era Jesús.

Vino el Gran Avatar de la Era de Piscis, a traernos la Luz de la Comprensión de que el sufrimiento ajeno es el sufrimiento propio y hasta tanto no lo hallamos aceptado, la Tierra no cambiara de dimensión hacia la Era de Acuario de igualdad, entre todos los Hermanos que habitamos este planeta (plano inferior). La Navidad es una fecha que viene siendo festejada por los antiguos desde épocas tan remotas, muy anteriores al nacimiento del Avatar de la Era de Piscis, Jesús.

Los antecedentes históricos que poseemos nos introducen en antiguas tradiciones y leyendas relacionadas con el mito solar que representa la actividad del logos o el verbo en el cosmos, que es resumida en una individualidad destinada para cumplir una misión particular. Con la Navidad recordamos que la muerte no existe; como dice el Kybalion «cambiamos planos de Conciencia». Surgimos de nuevo luego de cada invierno.

Este hecho también es aplicado en la misma forma a Jesús el Cristo, que será considerado como el «Salvador del mundo» como todos sus antepasados de su categoría. Este Cristo, como los anteriores, nacen siempre en el Solsticio de invierno (Hemisferio Norte) después del día más corto del año, a la media noche, nace de una virgen, nace en las noches mas largas.

Todos los enviados de DIOS han pasado por grandes pruebas para luego surgir renacidos. Todas las creencias dicen que quien viniera en nombre de DIOS debería pasar por los infiernos (inviernos) para luego salir a la luz con vida (verano). En este renacimiento nos vemos todos unidos en esta nueva Fiesta de Navidad.

La Pascua es movible y se calcula por posiciones relativas del Sol y la Luna cosa muy natural para fijar una fiesta de Sol. Estos sucesos están representados en todas las mitologías solares de la Antigüedad: Isis de Egipto como maría de Beth-lehem, era nuestra señora inmaculada, Estrella del Mar, Estrella del cielo, Madre de Dios. En los antiguos dibujos se le representaba como una mujer amamantando a un niño.

Así nace el mito de las futuras madres con sus hijos divinos; Devaki con Krishna, Istar de Babilonia con Tammus, Baco y Hércules etc.

Todos ellos tuvieron nacimiento Divino y Humano. El nacimiento de Jesús, que es el acontecimiento al cual nos estamos refiriendo, es decir, la Pascua o Navidad como se le llama comúnmente, tiene relación con el solsticio de invierno y esto es muy significativo: los héroes solares nacían en solsticio de invierno y morían en equinoccio de primavera.

El nacimiento de Mithra se celebraba en esta fecha con grandes festejos y Horus nacía en esta fecha. Su nacimiento es uno de los grandes misterios para la religión Egipcia. Era el hijo de la divinidad, en esta fecha su imagen era sacada y se realizaban ceremonias especiales. Entonces esta tradición del niño Jesús no nace con el acontecimiento histórico sino; más bien obedece a una antigua tradición.

El 25 de Diciembre es en la actualidad la fecha de celebración del nacimiento de Jesús; pero han existido 136 fechas distintas designadas por los cristianos para celebrar el mismo acontecimiento.

Según varios historiadores, no existe ni siquiera una fecha aproximada al acontecimiento para celebrar nacimiento de Jesús.

Dicha festividad se celebraba desde la antigüedad en el solsticio de invierno. Las notables semejanzas entre estos no son muchas para que no se les tome en cuenta. Los antiguos celtas encendían hogueras a sus dioses antiguos Baal, hoy lo hacen a honor de Cristo.

Los antiguos adornaban los pinos, perennes de color verdes todo el año, con cosas de color rojo para asustar a la muerte que llevaba consigo el invierno. El animal elegido era el que se encontraba en ese año, en el Equinoccio de Primavera, para Jesús fue el carnero u oveja o cordero, de ahí cordero de dios que quita los pecados del mundo. Hasta el año 680 d.c. era el símbolo de los cristianos y a partir de esta fecha se puso la figura de un hombre en la cruz.

La fecha 25 de Diciembre finalmente resume una serie de mitos y leyendas de las antiguas tradiciones en las que el sentido era muy distinto al que actualmente se considera. La estrella de Belén, los Reyes Magos, las bestias que rodean al recién nacido tienen un significado bello y profundo.

Los animales que rodean al recién nacido son la representación de las emociones bajas que están presentes en todo aquel que a despertado ese niño interior y que debe cuidar que no sea dañado por ella, esas fuerzas instintivas pueden transformarse en aliadas como también en enemigas del recién nacido es decir del nuevo iniciado.

Esta leyenda no es particular de un individuo llamado Jesús; sino que pertenecen al Cristo Universal que mora en todo ser humano independiente de escuela, religión o secta, esta en todos los seres humanos esperando que nazca.

Gracias por leer y compartir esa información interesante sobre el origen de la celebración de la Navidad y su relación con las antiguas tradiciones y mitos de las diferentes culturas. Es fascinante ver cómo muchas de estas historias y simbolismos se entrelazan y nos hablan de un mensaje universal acerca del renacimiento, la luz y la esperanza en tiempos oscuros.

La Navidad y el nacimiento de Jesús desde el esoterismo / Esotérica Blog (2023)

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