La muerte, en su esencia más profunda, es una parte natural del orden de las cosas. En el tarot, la carta de la muerte – arcano mayor número 13 – nos recuerda la fugacidad de la existencia, y nos motiva a explorar lo más recóndito de nuestro ser, a sacudirnos la monotonía y a vivir plenamente cada instante.
En la mitología hindú, Shiva ejerce su papel de Señor de la Muerte para garantizar la continuidad del ciclo de la vida.
Esta carta simboliza los finales, los pasajes, las transformaciones, las iniciaciones y los cambios profundos que nos abren las puertas a nuevas etapas en la vida.
Su energía es neutra, por lo que no juzga ni elige el resultado final, simplemente marca el inicio de un proceso de transformación, una metamorfosis que puede convertirse en el catalizador que impulse un crecimiento espiritual y una iluminación.
El arcano mayor 13, en palabras que admiro, representa el despertar espiritual, la noche oscura del alma, la exploración y la curiosidad, el crecimiento y la iluminación.
¡Aprovecha su mensaje y deja que la muerte te enseñe a vivir! La lección de la muerte, en realidad es un regalo disfrazado: aprende a vivir de verdad.
El fin de algo siempre implica una oportunidad para el inicio de algo nuevo. Con la muerte, cerramos una etapa vital y abrimos las puertas a un futuro lleno de posibilidades. ¿Escuchas la llamada del número trece? Este número enigmático te invita a dejar atrás lo superfluo y enfocarte en lo esencial.
Porque un nuevo comienzo siempre empieza con una despedida.
