Sri Nisargadatta Maharaj (1987-1981) fue un gran maestro espiritual de la corriente Advaita. Su enseñanza es admirada por ser directa, provocativa y radical. La maravillosa sencillez de su enseñanza ha convertido a Sri Nisargadatta Maharaj en uno de los principales maestros de la filosofía Advaita del siglo XX.
Considerado por muchos como un iluminado, su obra más conocida es I am that (Yo soy eso).
Él nos ha dicho: «Toma una frase de lo que se ha dicho aquí y quédate con ella. Es suficiente; te llevará a tu origen».
«Para ser libre en el mundo debes ser libre del mundo»
«No finjas ser lo que no eres, ni te niegues a ser lo que sí eres»
«Encuentra lo que nunca has perdido»
«Encuentra a quien estuvo presente en tu nacimiento y que será testigo de tu muerte»
Nisargadatta Maharaj pasó casi cincuenta años de su vida compartiendo sus enseñanzas con todos los buscadores espirituales que se acercaban a su pequeño piso en una estrecha calle de Bombay. Él respondía a todas las preguntas y dudas teniendo en cuenta la capacidad y el estado mental de su interlocutor.
«El tiempo nace a la vez que nuestro sentido «yo soy» (la existencia) y, a partir de ahí, ocurre todo. Cuando desaparece, nada permanece. No es posible estar totalmente libre de preocupaciones porque eso es algo inherente a la naturaleza del tiempo. Somos simplemente unos pobrecitos observadores. Las cosas ocurren de por sí. Todos los asuntos del mundo ocurren espontáneamente. Muy rara vez alguien reflexiona sobre esto y discierne la realidad. Seguimos con nuestra vida práctica basándonos en lo que hemos leído y escuchado. (Maharaj está diciendo que cada uno de nosotros somos pura consciencia,. un testigo pasivo. Las impresiones grabadas en la memoria son las que llevan a cabo las actividades. Esto funciona automáticamente). Hemos olvidado nuestra verdadera naturaleza. Nos comportamos como un rey que en un sueño se conduce como un mendigo. En la vigilia poseemos conocimiento, pero está enredado con los tres gunas (cualidades).
Sigue adelante con tus asuntos mundanos, pero recuerda que no permanecerán. Dicen por ahí que Dios creó el mundo, pero es nuestra propia consciencia. No tiene forma. Cuando llega a su realización, ha concluido el trabajo. Pensad que vosotros mismos sois libres e incorpóreos, Medita sobre el meditador.
Todas las cosas se expresan por la palabra, en la palabra y a través de la palabra. Sin embargo, tu verdadera identidad es diferente. La palabra pura, ¿te purificará a ti, o será purificada por ti? ¿Hay una parte de ti que haya que purificar? No estás realizado si aún tienes el deseo: «Debo conseguir mi bienestar, o tengo que conseguir tal beneficio o ventaja».
La Verdad no es un objeto de conocimiento. Solo lo que es pasajero es objeto de conocimiento. A menos que haya silencio durante la meditación, no se ha llegado al nivel adecuado. En la meditación, uno se olvida de sí mismo. La mente fluye solamente si hay impresiones. ¿Cómo podría pensar en cosas que no conoce?»
Meditación 29. Domingo, 14 de mayo de 1978.
