La fortaleza interior es un tesoro espiritual que a menudo pasa desapercibido. No es algo tangible que podamos sostener en nuestras manos, por lo que rara vez le damos la importancia que merece.
Esta virtud nos permite resistir contratiempos que de otra manera serían insuperables: la enfermedad, la muerte de un ser querido, desastres naturales y mucho más.
La fortaleza interior es la antesala del estoicismo. Frente a situaciones extremas, descubrimos una parte de nosotros mismos que no siempre conocemos: una parte increíblemente fuerte, valerosa y decidida. Esta virtud no proviene de la fuerza de voluntad, sino de la fuerza del espíritu que habita en nuestro ser.
La fortaleza interior nos impulsa a alcanzar nuestros sueños, a buscar nuestras metas y a ser valientes y decididos en todo momento. Es una de las mayores virtudes humanas que podemos cultivar. Conscientes de nuestra fortaleza interior y usándola como una herramienta valiosa, podemos enfocarla en hacer el bien y en encontrar un equilibrio interior vital para nuestra felicidad y la de aquellos que nos rodean.
Cuando se tiene una pasión por la cual vivir y luchar, todo lo demás queda en segundo plano. El espíritu se convierte en una fortaleza ante todas las adversidades. Nada lo desestabiliza, nada lo distrae, nada lo hace perder la fe. Cuando el espíritu alcanza esa fuerza interior, despliega sus alas de creatividad y se vuelve imparable.
Esta fuerza interior nace del amor propio. Si nos dedicamos a explorar nuestra esencia, descubrimos quiénes somos verdaderamente.
Conocemos nuestras debilidades pero también nuestras fortalezas, sabemos lo que nos apasiona y eso nos da una seguridad única.
Ayudar a nuestros hijos a explorar este potencial los llevará a convertirse en seres humanos completos, con conciencia de sus capacidades y habilidades.
Una verdadera fortaleza interior se demuestra en nuestras acciones. Quien la posee actúa con valentía y confianza en que los resultados serán beneficiosos. Sabe que siempre hay algo más por aprender, y cualquier tropiezo es una oportunidad para seguir adelante con determinación hasta alcanzar sus metas. Nada lo detiene.
Vive cada momento intensamente, sabiendo que su camino no es solitario y que siempre hay un propósito mayor detrás de cada experiencia.
Encuentra serenidad y plenitud en tu vida al dejar atrás culpas y resentimientos que solo generan malestar. Y, sobre todo, descubre la valiosa lección que se esconde detrás de los problemas que enfrentas, buscando siempre la felicidad y amor en cada momento para que te acompañen en tu camino.
Una persona así no se deja manipular por nadie, ya que su búsqueda de la verdad le permite enfrentar con fuerza y argumentos las injusticias e incoherencias.
«Quien te lastima te hace FUERTE.
Quien te critica te hace IMPORTANTE.
Quien te envidia te hace VALIOSO y
quien te rechaza, te hace un FAVOR.» – Anónimo
