El arte de escuchar las cartas del tarot. ¡escucha lo que las cartas te dicen!

La mayoría de las veces, las personas buscan ser escuchadas y eso es una de las mayores cualidades que un buen tarotista debe desarrollar: el arte de escuchar.  Escuchar es un arte que no es nada fácil, ya que implica silenciar nuestro propio ruido interno.

Cuando las cartas se extienden sobre la mesa, el consultante busca ser atendido, busca ser escuchado, necesita sentir, aunque sea por un breve momento, que nada más en el mundo es más importante.

Aprender a escuchar es una de las habilidades más valiosas para nuestro día a día. Escuchar correctamente no solo nos ayuda a entender la posición de la otra persona, sino también a relacionarnos adecuadamente con ella, tanto en las relaciones personales como profesionales. Saber escuchar a los demás nos permite obtener una retroalimentación muy útil. Lograr que la otra persona se sienta comprendida y apoyada le permitirá abrirse a ti y crear un vínculo.

Hay varias señales que demuestran a la otra persona que la estamos escuchando.

El contacto visual
El contacto visual muestra a la otra persona que prestamos atención a lo que dice y siente, y además puede transmitir sinceridad. Combinar el contacto visual con otras señales verbales y no verbales demuestra interés en lo que la otra persona está expresando.

Una sonrisa leve
Un gesto de aprobación que asegura al consultante que sus palabras son valoradas y hace que se sienta motivado a seguir compartiendo. Además de transmitir empatía, este gesto actúa como refuerzo positivo.

Postura corporal receptiva
La postura corporal revela información sobre el emisor y el receptor (tarotista y consultante) en el proceso de comunicación. Cuando alguien escucha activamente, tiende a inclinarse suavemente hacia adelante o hacia los lados mientras está sentado.

Concentración sin distracciones
El oyente activo evita distracciones, centrándose en las señales tanto verbales como no verbales que emite el hablante.

Utilizar palabras de refuerzo o elogios
Frases como «lo hiciste de maravilla», «te entiendo», «eres auténtico/a» o «debes ser muy talentoso/a en tu trabajo» demuestran atención y aprecio por parte del oyente. Es importante no abusar de este tipo de frases, aunque sean positivas.

Parafrasear
Parafrasear consiste en expresar con nuestras propias palabras lo que parece que el hablante acaba de decir, verificando así que hemos comprendido correctamente su mensaje. Un ejemplo sería: «¿Quieres decir que lo mencionaste hace algún tiempo…?».

Resumir
Una persona que domina la habilidad de la escucha activa suele resumir lo que el otro interlocutor acaba de comunicar. Esto ayuda a confirmar que se ha comprendido el punto de vista del hablante antes de exponer el propio.

Desvela tus dudas
Desatar nuestra curiosidad con preguntas astutas es el boleto para demostrar que hemos estado captando cada palabra. De este modo, podemos desentrañar la información que ha sido transmitida y demostrar un genuino interés en lo que el interlocutor nos está tratando de comunicar.

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