La historia de una de las barajas de tarot más famosas en todo el mundo ha sido revelada en un fascinante libro de la editorial TASCHEN ‘The Tarot of A.E. Waite and P. Colman Smith: La historia del tarot más popular del mundo’.
Conocidas como las cartas «Waite-Smith», estas 78 cartas fueron publicadas por primera vez en 1910 y desde entonces se han convertido en un símbolo del tarot. El nuevo libro explora detalladamente su historia, su importancia y su inmensa popularidad.
En 1909, Pamela Colman Smith (1878-1951) y el poeta y místico Arthur Waite (1857-1942) se encontraron a través de una sociedad secreta conocida como la «Orden Hermética de la Aurora Dorada», una organización secreta y esotérica en la que se estudia y practica magia, astrología, cábala, tarot y alquimia, fundada en Londres, Inglaterra a finales del siglo XIX.
Ambos compartían creencias en el espiritismo, los rituales, el simbolismo y las prácticas psíquicas, por lo que decidieron colaborar y crear una baraja de tarot. Para ello, fusionaron los conceptos de Waite con las ilustraciones de estilo Art Nouveau de Smith.
Las cartas publicadas en 1910 son conocidas hoy en día como la baraja «Waite-Smith» o «Rider-Waite-Smith». Sin embargo, la contribución de Smith fue en gran parte borrada del título y eclipsada por Rider, el nombre del editor original, hasta la década de 1990.
La nueva edición publicada por Taschen, ‘The Tarot of A.E. Waite and P. Colman Smith: La historia del tarot más popular del mundo’, ha profundizado en la historia, la importancia y la popularidad de esta baraja. Esta edición incluye una baraja completa de las cartas originales y una serie de ensayos contextuales sobre Smith, Waite y la creación de la baraja.
La creación del tarot Waite-Smith refleja una «importante coyuntura cultural» a principios del siglo XX, según afirma Johannes Fiebig, editor del libro y pionero del estudio de la historia del tarot.
Fiebig lleva más de 40 años estudiando el tarot y explica que en aquel tiempo había un sentido positivo de liberación personal, de vivir de forma más libre y artística. Sin embargo, estas ideas progresistas se vieron truncadas por los acontecimientos de la Primera y Segunda Guerras Mundiales.
Durante la década de los 70, hubo un resurgimiento en el interés por el tarot. La baraja de Waite-Smith se hizo especialmente popular, gracias al auge de los movimientos feministas, pacifistas y defensores de los derechos humanos a nivel internacional, según explica Fiebig. En la actualidad, el tarot se utiliza frecuentemente como una herramienta para que las personas se conozcan a sí mismas a nivel personal. Esta práctica se lleva a cabo a través de lecturas, interpretación de sueños y la elección de una carta diaria.
Fiebig sostiene que cada carta puede ser interpretada y percibida de manera diferente según la persona. En una entrevista con CNN, él explica que el tarot es más que una forma de adivinación, es una oportunidad para la gente. Para él, como lector de cartas, se presenta una invitación para entrar en diálogo con la imagen de la carta, convirtiéndose en un espejo.
La propia creatividad de Smith se vio influenciada por su vida colorida e internacional. Nació y creció en Manchester, Inglaterra, pero se trasladó a Jamaica cuando era niña, y luego se mudó a Brooklyn, Nueva York, para asistir a la escuela secundaria. Más tarde, se estableció en Londres y se unió a la escena artística de la ciudad, contando entre sus contemporáneos y admiradores a los escritores W.B. Yeats, Mark Twain y Rudyard Kipling, y al compositor Claude Debussy.
La escritora Mary K. Greer comenta en su ensayo publicado en el libro de Taschen, que el estilo artístico de Smith, caracterizado por sus colores vivos y llamativos junto con sus detallados elementos, fue influenciado por diversas circunstancias. Entre ellas se encuentran su exposición a los cuentos populares jamaicanos y los grabados japoneses, así como su participación en representaciones teatrales y escenografías.
Greer menciona que, posiblemente, Waite y Smith visitaron una exposición en el Museo Británico en 1907, donde se inspiraron en una baraja de tarot italiana del siglo XV. Este suceso también dejó una huella en ambos.
Las cartas, que surgieron en los meses estivales de 1909, muestran personajes, temas y símbolos enmarcados en escenarios que suelen evocar el paisaje inglés, como colinas sinuosas y costas. Según Fiebig, el encanto de las ilustraciones radica en su capacidad de ser interpretadas de diversas formas, ya que cada carta representa tanto una recomendación como una advertencia.
En la actualidad, más de 100 millones de mazos de cartas Rider-Waite-Smith circulan en más de 20 países, lo que la convierte en el mazo de Tarot más popular que se haya creado.
