El Tarot Mitelli, de Giuseppe Maria Mitelli (1632-1718)

Las imágenes que Giuseppe Maria Mitelli (Italia, Bologna, 1634-1718 Bologna) realizó para el Tarot que lleva su nombre son la obra de madurez de este prestigioso autor, fiel a la tradición boloñesa. Aunque de estilo barroco tardío, en algunas imágenes se intuye el neoclasicismo y el realismo, tendencias artísticas que pronto se impondrían en toda Europa.

La baraja es un tarocchino (pequeño tarot), es decir, tiene sólo 62 cartas; sigue así una costumbre de Bolonia con un total de 78 cartas suprimiendo los 16 naipes numerales comprendidos entre el dos y el cinco (ambos inclusive) de los cuatro palos, con objeto de agilizar el juego.

En la baraja Mitelli, todas las cartas numerales (arcanos menores) están marcadas con el dígito correspondiente. Sin embargo, la secuencia de los arcanos mayores suele ser confusa debido a su falta de semejanza con las cartas del Tarot más conocidas. Es posible advertir algunos personajes mitológicos entre las figuras de los 22 triunfos que expresan una sensibilidad típicamente barroca, un eclecticismo libre de casi todas las referencias simbólicas tradicionales.

Son notablemente distintas de las imágenes tradicionales pero fáciles de identificar por sus atributos iconográficos.

Tarocchini Gioseppe Maria Mitelli Sec. XVII

La carta de El Loco muestra a un joven que baila y juega con un palo; es similar a El Mago, un saltimbanqui que danza mientras toca la pandereta y al que un grupo de gente mira con curiosidad. La Sacerdotisa ha sido sustituida por un Papa que está de pie, como también lo está la figura de La Emperatriz, en contraste con las dos cartas siguientes, El Emperador y El Papa, que aparecen sentados.

La carta de El Enamorado muestra a Cupido con los ojos vendados, apoyado en su arco y sosteniendo un corazón del que surgen las llamas del amor. El Carro es en esta ocasión la diosa Venus, mientras que La Justicia queda personificada en una joven vestida con una túnica que le deja un pecho al descubierto y una capa que flota al viento, aunque sostiene en sus manos los atributos clásicos de la balanza y la espada.

Por su parte, El Ermitaño es un ángel, viejo y cansado, que camina apoyado en unas muletas y simboliza el tiempo. La Rueda muestra a la diosa Fortuna medio sentada sobre la rueda de un carro y derramando las riquezas de su bolsa sobre los mortales. La Fortaleza aparece como una joven vestida con una túnica y apoyada en una columna rota, que alude a las columnas del templo de los filisteos que derribó Sansón cuando recobró la fuerza (Jueces 16:2530).

En El Colgado, un hombre armado con una gruesa maza está a punto de golpear a otro, éste adormecido. La Muerte muestra el típico esqueleto humano armado con una guadaña y portando un reloj de arena, símbolo de lo efímero de la vida humana.

El contenido de la carta de La Templanza (una joven que trasvasa un líquido entre dos jarras) es el más parecido al de las barajas clásicas, aunque no sucede lo mismo con la imagen, ya que la joven está de espaldas y muestra su perfil al espectador. El Diablo, por su parte, es un majestuoso Lucifer armado con un tridente y sentado entre las llamas.

En cuanto a La Torre, es aquí El Rayo (uno de los nombres originales de la carta), y muestra a un hombre alcanzado por el rayo del castigo divino. La Estrella brilla sobre una escena nocturna: un campesino cargado con un cesto camina fatigosamente, iluminando la ruta con su linterna. La Luna tutela a la diosa Diana, armada con una lanza, y El Sol brilla tras la cabeza del dios Apolo, que porta una lira. El Juicio es uno de los ángeles cuya trompeta anuncia el Juicio Final (Apocalipsis 8:112).

Finalmente, El Mundo está representado por Atlas, que sostiene el globo terráqueo no sobre sus espaldas, sino sobre su pecho.

Mitelli alteró notablemente las representaciones normales de los triunfos. Por ejemplo, las figuras de los Papas (masculino y femenino) se convirtieron en dos Papas barbudos, uno sentado y el otro de pie, este último probablemente, entendido como el Patriarca de Oriente. El Emperador y La Emperatriz están representados como los soberanos de Oriente y Occidente o El Príncipe y El Emperador.

El Ahorcado es sustituido por un hombre que golpea a otro con un martillo de herrero. El Ermitaño se transforma en un anciano ángel, el Tiempo, apoyado sobre muletas. El Sol y la Luna, artísticamente elaborados, se convierten, respectivamente, en Apolo, el mitológico dios griego, y en Diana, la mitológica divinidad romana.

Mitelli dedicó su Tarot a uno de sus descendientes, Prospero Bentivoglio, e incluyó las divisas de la familia, la bellota y la sierra, en el seis y el Ocho de Espadas respectivamente.  Asimismo, en el As de Copas aparece el blasón de los Bentivoglio. La imagen del As de Oros es un autorretrato del autor.

La Templanza y el Diablo, del tarot Mitelli de Lo Scarabeo.
La Justicia y El Loco, del tarot Mitelli de Lo Scarabeo

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