El 21 de diciembre, el solsticio de invierno señala la entrada del sol en Capricornio. Además, una segunda luna nueva el 30 de diciembre nos ayudará a recibir el Año Nuevo. Es un momento ideal para adoptar nuevas resoluciones y dejar atrás lo que ya no sirve.
En el hemisferio norte, el solsticio de invierno de 2024 ocurrirá el sábado 21 de diciembre a las 10:19 de la mañana, según la hora peninsular española. Ese día, el 21 de diciembre, se destacará por ser el de menor duración del año, con apenas 9 horas, 16 minutos y 54 segundos de luz solar.
El término «solsticio» proviene del latín «solstitium», que significa «sol quieto», y fue introducido por los astrónomos de la Antigüedad para describir este fenómeno. Se le asignó este nombre porque, al observar la salida del Sol por el este durante tres días consecutivos, parece estar inmóvil, surgiendo siempre en el mismo sitio. A partir de ese punto, sus rayos empiezan a «moverse» hacia el hemisferio sur.
En el solsticio de junio, experimentamos la noche más extensa del año en este hemisferio, brindándonos la oportunidad de conectar con nuestra luz interior. El invierno es una época Yin, caracterizada por semanas que promueven la introspección, la reflexión y ritmos más pausados.
El invierno es el momento perfecto para enfocarnos en las emociones que solemos ignorar, analizarlas y emprender un camino de sanación personal y familiar. Para el mes de diciembre, esto ocurre cuando el sol atraviesa el trópico de Capricornio, al sur del ecuador celeste. Este fenómeno señala el inicio del invierno en el hemisferio norte y la llegada del verano en el hemisferio sur.
Los Equinoccios y Solsticios son los principales acontecimientos del ciclo solar anual, y al conectarnos conscientemente con los cambios que estos eventos traen a nuestro Planeta, también podemos profundizar en los procesos psíquicos que continuamente vivimos los seres humanos. Porque así como es arriba es abajo, y como es adentro es afuera.
En este sentido, cada uno de los Equinoccios y cada Solsticio son momentos de gran relevancia porque representan un punto de inflexión en el ciclo de la luz solar. Son importantes hitos en el movimiento del Sol en relación con la Tierra, y por ello alrededor de estas fechas es común que se congreguen una gran cantidad de celebraciones religiosas, ricas en símbolos y cultos, que nos recuerdan que somos hijos del Gran Creador: el Sol.
El Sol es el Astro Rey; por eso, sus ciclos y movimientos inspiran el culto y la veneración desde que la vida es vida.
La observación del Sol como el principal símbolo de la Creación revela leyes esenciales de la vida. Un tiempo para sembrar, un tiempo para cosechar, un tiempo para reunir, un tiempo para el descanso; tiempos en los que había mayor energía, tiempos en los que era necesario conservar esta energía. El Tiempo es ritmo y sacrificio para mantener armonía con la ley del Cosmos, la manifestación del poder de la luz del Sol.
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