Las cartas astrales son como un mapa personalizado de nuestro ser, una instantánea del cielo en el momento de nuestro nacimiento.
A través de ellas, podemos explorar con precisión nuestra personalidad, nuestras relaciones con los demás y nuestro lugar en el mundo. Son una valiosa herramienta para descubrir rasgos ocultos en nosotros mismos que desempeñan un papel importante en nuestra vida.
Estas cartas registran la posición de los planetas y la energía disponible en el cielo en el momento en que dimos nuestro primer suspiro en este mundo, cuando nos separamos por primera vez de la energía de nuestra madre. Nos entregan una descripción detallada de nuestra personalidad, revelando aspectos desconocidos que son clave en nuestras vidas.
Hay doce signos zodiacales que son Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis. Cada uno de ellos representa una de las doce casas en una carta astral. Además de la posición del sol y la luna, también se considera la posición de diez planetas a la hora de sumergirse en nuestra psique: Mercurio, Venus, Júpiter, Marte, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón y los nodos lunares, tanto el nodo norte como el nodo sur.
El signo lunar es como el telón de fondo de nuestra personalidad, es el reflejo de nuestra parte más íntima y escondida. Mientras que el signo solar es nuestra cara visible para el mundo, el signo lunar representa lo que queda oculto a los demás. Conocer tu signo lunar es adentrarte en tu propio ser, entendiendo tu interior y la forma en la que percibes el mundo desde tu subconsciente.
El Ascendente, es la clave principal de la carta astral. Es el rasgo que define el carácter de nuestra personalidad, la forma en la que nos presentamos al mundo antes de que nos conozcan realmente. Es nuestra máscara, que puede manifestarse en la manera de vestir, de comportarse y en otros aspectos. Mientras que el signo solar determina nuestras características, el ascendente marca la impresión que generamos en los demás. Si alguien tiene el signo solar en Acuario, seguramente se identificará con las características de ese signo, ya que es el más prominente.
¿Cuál es el significado del Sol? El Sol, un faro de luz y vitalidad, un epicentro energético que irradia vida a todo el sistema solar. Es el símbolo de nuestra expresividad creativa y el centro de nuestra conciencia individual. Representa nuestra capacidad de ser reconocidos como individuos únicos. Nuestro signo solar es aquel que todos conocemos como nuestro signo zodiacal. Está asociado con nuestra identidad y personalidad, actuando como el director de orquesta en la sinfonía de nuestra vida. Centraliza las demás aspectos de nuestra carta astrológica para lograr una expresión más completa y madura.
¿Cuál es el significado de la Luna? La Luna, al igual que su cercanía física, juega un papel fundamental en nuestra vida astrológica. Se asocia con lo más cercano y familiar, y gobierna nuestras experiencias más íntimas, siendo una guía para descifrar nuestro mundo emocional. El signo lunar cambia cada dos días y medio, por lo que es necesario consultar una carta natal para conocerlo. A través del signo lunar, nos reconocemos a nosotros mismos y descubrimos el guion de nuestro mundo emocional. Representa aquello que queda oculto ante los demás.
El signo lunar personifica nuestra naturaleza emocional e íntima. En cierta forma, determina cómo vivimos y expresamos nuestros sentimientos, ya que reina en nuestro inconsciente. También influye en nuestra personalidad, amor y potencial en la vida.
¿Cuál es el significado del Ascendente?
El ascendente es un aspecto clave en nuestra carta astrológica. Representa nuestra apariencia externa al mundo y cómo nos presentamos al mismo. Es la máscara que usamos para interactuar con el entorno y la imagen que proyectamos. El ascendente muestra cómo somos percibidos por los demás y nuestra primera impresión. A través de él, podemos entender cómo nos adaptamos al mundo y cómo nos relacionamos con los demás. Es como una carta de presentación de nuestra personalidad y marca la forma en que nos desenvolvemos en la vida diaria.
Nuestro Ascendente es el sello distintivo de cómo nos relacionamos con el mundo, es la fuerza que guía nuestro destino. El signo del Ascendente revela una cualidad innata en nosotros, aunque a veces no la reconocemos de inmediato y la descubrimos a medida que vivimos diferentes experiencias.
Reconocer y abrazar el propósito de nuestro Ascendente es esencial para expresarnos y crecer en una vida más enriquecedora.
