El pensamiento esotérico de Leonardo Da Vinci (2021)

Leonardo da Vinci, el genio renacentista, no se limitó a ser solo pintor o escultor. Fue un explorador incansable de todos los ámbitos del conocimiento. Su mente inquieta lo llevó a ser inventor, ingeniero y hasta urbanista. Pero lo que realmente sorprende a sus admiradores es la vertiente esotérica que se encuentra en sus obras.

En este estudio, Paul Vulliaud nos sumerge en el mundo simbólico y misterioso de la obra pictórica de este genio toscano. A través de símbolos y signos, Leonardo expresó de forma velada su pensamiento trascendental. El autor, en su búsqueda de los secretos ocultos en las pinturas, demuestra que el pintor era sin duda un iniciado en conocimientos más allá de lo superficial.

El sustento de la tesis de Vulliaud se encuentra en dos telas que se exhiben en el museo del Louvre: el San Juan y el Baco. Estas obras revelan pistas y mensajes sutiles que solo aquellos familiarizados con el mundo esotérico pueden verdaderamente comprender. Por ello, Louis Caillet califica este libro como un auténtico descubrimiento en el campo de la estética.

Leonardo da Vinci, el hombre renacentista que exploró todos los campos del saber, se revela ahora como un pintor que trascendió los límites de lo visible y nos invitó a adentrarnos en su mundo esotérico. Esta revelación constituye una verdadera joya en el universo estético.

El pensamiento esotérico de Leonardo Da Vinci (Estudios y documentos)

  • Autor : Paul Vulliaud
  • Ediciones Obelisco edición (9 noviembre 2021)
  • Idioma ‏ : ‎ Español
  • Tapa blanda ‏ : ‎ 120 páginas
  • ISBN-10 ‏ : ‎ 8491117717
  • ISBN-13 ‏ : ‎ 978-8491117711

Leonardo da Vinci (15/04/1452 – 02/05/1519)

Leonardo da Vinci, una mente brillante que emergió en el corazón de la Toscana, nació el 15 de abril de 1452 en Vinci, en el mágico valle donde el río Arno traza su camino. Fue en este idílico paisaje donde comenzó a trazar los contornos de su destino.

Su origen fue tan intrigante como su talento. Leonardo fue el primogénito de su padre, el notario Piero Fruosino di Antonio da Vinci, y de Caterina Buti del Vacca, una mujer valiente y humilde de origen campesino. Aunque su bautismo tuvo lugar en la iglesia de Santa Croce, sus padres no estuvieron presentes, pues no estaban unidos en matrimonio.

El apellido de Leonardo no era como los que conocemos hoy en día; «da Vinci» simplemente significaba «de Vinci», haciendo referencia a su lugar de origen. Su nombre completo de nacimiento fue «Lionardo di ser Piero da Vinci». El título de «ser» enfatizaba que su padre pertenecía a la nobleza. Afortunadamente, su madre encontró un esposo comprensivo que aceptó su situación, lo que permitió a Leonardo tener un hogar estable.

Sus primeros años fueron enriquecidos por las experiencias en la encantadora aldea de Anchiano, donde vivió junto a su madre. Sin embargo, en 1457, su padre, Piero, decidió acogerlo en su hogar junto a sus abuelos. En busca de una nueva etapa en su vida, Piero contrajo matrimonio con Albiera Giovanni Amadori, aunque lamentablemente no tuvieron hijos juntos.

Así, Leonardo da Vinci, destinado a ser una de las mentes más prodigiosas de la humanidad, comenzó su viaje en el tranquilo valle de Vinci, rodeado de la belleza de la naturaleza y la intriga de su propio linaje.

En el año 1460, Leonardo da Vinci se trasladó a la hermosa ciudad de Florencia, donde su talento se forjó y se iluminó como una vela en la noche. Sin embargo, la tristeza también encontró su camino hacia la familia de Leonardo. En 1464, su madrastra partió de este mundo y encontró su descanso eterno en San Biagio. El padre de Leonardo, Ser Piero, se casó tres veces más, buscando el amor y la compañía que la vida le había arrebatado. El destino no fue amable, ya que dos de sus esposas también partieron sin dejar descendencia. Pero el amor y la felicidad finalmente encontraron a Ser Piero en el matrimonio con Margherita. Juntos, dieron a luz a seis preciosos hijos, sumando un total de doce hermanastros para Leonardo. Sin embargo, la relación entre ellos no fue cercana debido a sus diferencias de edad y, lamentablemente, los problemas surgieron alrededor de la herencia de su padre.

«Antes habrá cuerpo sin sombra que virtud sin envidia».
Leonardo da Vinci

En el año 1466, Leonardo comenzó su maravilloso viaje en el taller del talentoso Andrea del Verrocchio. Allí, tuvo la oportunidad de experimentar diversas disciplinas artísticas, desde la pintura de retablos y tablas hasta la creación de majestuosas esculturas de mármol y bronce. Fue en 1472 cuando Florencia abrió sus brazos y aceptó a Leonardo en el gremio de pintores, reconociendo su talento y dedicación. En 1476, todavía se encontraba bajo la tutela de Verrocchio, inmortalizando su colaboración en la obra «El bautismo de Cristo», donde pintó el angélico ser arrodillado a la izquierda y logró capturar la neblinosa y enigmática belleza del paisaje.

El primero de los desafiantes encargos de Leonardo fue un retablo destinado a la capilla del majestuoso Palazzo Vecchio, hogar del gobierno florentino. Sin embargo, el destino jugó con sus sueños, y esta obra nunca llegó a ser concretada.

Maestro en el pincel, escultor magistral, visionario ingeniero, inspirado inventor, melómano virtuoso, arquitecto revolucionario, estratega sin miedo, escritor inusual, exigente mentor… es aclamado como uno de los máximos prodigios de la humanidad.

Biografía completa: www.buscabiografias.com

San Juan Bautista, óleo sobre tabla de 69x 57 cm pintado por Leonardo da Vinci a inicios del siglo XVI. Museo del Louvre, París.

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