Aunque la danza y la astrología parecen disciplinas muy distintas, ambas nos invitan a conocernos mejor, a explorar nuestra vida tanto por dentro como por fuera. Nos ayudan a romper límites y a conectar con algo más grande que nosotros mismos.
Por Carolina de Pedro. Barcelona, septiembre de 2024.
La danza no es solo movimiento; es una forma de expresión que ha acompañado a la humanidad desde tiempos ancestrales. Muchas culturas la han utilizado para comunicarse con lo sagrado, con el universo, para canalizar fuerzas invisibles y darles forma a través del cuerpo.
La astrología, por su parte, nos habla en otro lenguaje: el de los astros y sus ciclos. Nos ayuda a entender patrones, a darle sentido a ciertos momentos de la vida y a acompañar nuestro propio proceso de crecimiento. Ambas, de distintas maneras, nos invitan a explorar quiénes somos y a expresar nuestra esencia de una forma más auténtica.
Estas dos disciplinas se convierten en una poderosa herramienta para explorar la conexión con el mundo que nos rodea y trasciende. Aprenderlas no es sencillo; se necesita un interés genuino, compromiso y un análisis profundo para entender su jerga y emplearlas adecuadamente. Ambas nos brindan la posibilidad de explorar nuestro ser más íntimo y evolucionar a nivel personal.
El baile es, sin duda, la forma en que el cuerpo se expresa. Cada movimiento y acción se siente como una chispa que transforma nuestra vitalidad en una expresión de creatividad genuina.
¿Qué nos impulsa a bailar?
Al observar nuestro horóscopo (esto puede sorprender), descubrimos el enigma que nos guía. La carta natal revela secretos y la manera en que mostramos nuestra creatividad a través del baile.
En la astrología, Neptuno y Piscis se relacionan con el don de la danza. Siempre han estado vinculados (sin excepción) a la creatividad artística, los movimientos elegantes y la fluidez que son esenciales en el baile.
Los planetas Neptuno, Piscis y la posición en la casa 12 nos guían hacia la expresión musical, arraigada en lo más íntimo de nuestro ser, transformándonos en un bailarín encantador y elegante cuyos movimientos sincronizados hipnotizan con cada emoción.
Por la colaboración de estos gigantes el cuerpo se mueve de manera instintiva, como si brotara de una fuente de melodías y sentimientos. Tanto Neptuno como Piscis nos brindan la habilidad de transmitir sentimientos; fascinando a quienes nos miran con nuestro arte. Este permite interpretar y exhibir la música y el movimiento de forma extraordinaria, aunque por sobre otros iniciadores del zodiaco.
Escorpio y Piscis (ambos) destacan por su encanto y sabiduría innata, además de su habilidad y soltura para dejarse llevar por música. Al entregarse a danza, logran crear movimientos originales que provocan una sensación mística. Es correcto notar que no existe signo o planeta que tenga efecto directo en crecimiento de capacidades para ser bailarín experto. Todas las personas, sin importar signos astrológicos, tienen posibilidad de volverse profesionales en baile con práctica y compromiso.
Saturno, Venus y la formación de un bailarín.
Su presencia y estructura es fundamental en el estudio de la Danza Clásica. Vinculado con la resistencia de la determinación, la obligación, la atención y la perseverancia, Saturno también está relacionado con el proceso de madurar, alcanzar la excelencia, superarse a uno mismo y realizar autocrítica.
1 – La danza y la astrología. Por Carolina de Pedro. 2da parte
2 – La danza y la astrología. Por Carolina de Pedro Pascual. 3era y última parte
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