¿Quieres convertirte en un experto tarotista? Todo comienza con una pasión que se siente en lo más profundo del alma, una curiosidad incesante y por supuesto, la práctica constante. Con inspiración, constancia y responsabilidad puedes convertirte en un verdadero maestro de tarot.
Si tienes la oportunidad, ¡practica cada día para perfeccionar tus habilidades!
Cuando me adentré en el mundo del Tarot, apenas rondaba los 17 o 18 años. Mis tías acabaron siendo mis primeros clientes, a quienes les leía las cartas con un mazo del Tarot Balbi (un juego bastante asequible en aquel entonces) y otro de estilo egipcio. Para darle vueltas a los significados, recurría a un libro sobre el tema publicado por la prestigiosa Editorial Kier, célebre por su extensa colección de obras esotéricas y sus magníficas librerías en Buenos Aires.
Fue entonces cuando comencé a tomar notas en un diario.
Registraba rápidamente mis impresiones acerca de las combinaciones, las cartas, los colores, las ideas y las inspiraciones que afloraban en mi mente. Para mí, todo en aquel mundo tenía un significado profundo, así que apuntaba cualquier detalle que me resultara relevante. También, experimentaba con lecturas personales para sentirlas a un nivel más profundo.
Dormir con los arcanos bajo la almohada, llevarlos en la cartera durante el día, compartir momentos con ellos, meditar día a día prestando atención a solo una de las cartas para comprender su mensaje en profundidad: todo ello formaba parte de mis prácticas.
A día de hoy, sigo creyendo que nada supera la práctica constante, pero considero que es igual de importante desarrollar tu propia intuición y estar siempre dispuesto a escuchar el mensaje que recibes a través del Tarot.
Antes de cada lectura, limpiaba las cartas y me tomaba un tiempo para meditar y calmarme si andaba muy nervioso. Todo esto me ayudaba a mantenerme conectado con la tierra y conmigo mismo. Para poder sumar el Tarot a la práctica se requiere profunda preparación y responsabilidad.
Asimismo, solía establecer ciertos límites y respetarlos, cosa que me permitía disfrutar al máximo de este fascinante universo del Tarot.
Aclaración de términos
- El tarotista es alguien que ejerce la profesión o tiene el hábito de leer el tarot. Para leer y hacer de aquello una actividad, profesión u oficio se entiende que ha debido pasarse un par de años practicando y estudiando para llegar a interpretar bien. Se entiende entonces que su proceso de especialización ha necesitado también de LOGÍA (acción de razonar) para así volverse aún más experto en su labor. Es decir que para llegar al nivel en el que está ha debido aplicar estudio y método.
- El tarólogo es alguien que ha estudiado el tarot, desde la baraja hasta el método para interpretarla, para así llegar a un nivel de erudición no sólo en su uso sino en su descripción. Es decir está utilizando también la LOGÍA (acción de razonar) para especializarse, algo que en teoría también hace el tarotista que para llegar a tener el tarot como hábito, profesión u oficio ha debido de llenarse de conocimiento y erudición.
Por lo tanto, el tarólogo se refiere al estudio y la tarotista a la práctica, pero paradójicamente ambos tienen estudio y práctica.
Características que definen una buena tarotista
1. No realiza muchas preguntas
No necesita saber todo sobre tu vida, donde vives, dónde trabajas y todos los problemas que tienes. Con solo saber el nombre y la fecha de nacimiento conocerá tu situación y te revelará todo sin tener que contarlo. Presta mucha atención a estos detalles, y desconfía de los que preguntan demasiado. Evita mostrar mucha familiaridad con ella para que no exista manipulación de inseguridades y emociones.
2. Es respetuoso con la tirada del tarot
No finge o actúa cuando se conecta con el poder de las cartas. Por el contrario, se muestra muy respetuoso y formal, en concordancia con su personalidad. Jamás confíes en quienes hacen alarde de ser brujos, videntes y esas cosas.
3. Jamás promete lo imposible
Mantiene los pies sobre la tierra. Lo que allí se diga debe estar completamente ligado a la realidad que se vive, no hay que crearse falsas expectativas, solo te hará entender cosas y te dará consejos para tomar decisiones según cada situación. Es por eso que no se muestra complaciente, simplemente dice lo que tiene que decir, que dicen las cartas.
4. Da respuestas exactas
Desconfía de los tarotistas que te dan respuestas muy generales, o aquellos que se van por las ramas, y solo responden preguntas muy obvias. Un tarotista de calidad te brindará respuestas directas y concisas a todas tus preguntas.
5. Aclara que las cartas no cuentan con la verdad absoluta
No crea falsas expectativas y aclara que las cartas son una alternativa de solución. Siempre tiene en cuenta que lo que se lee en las cartas no pertenece a un destino certero, ya que este puede alterarse. La vida siempre está llena de posibilidades, cambios y alternativas, así que lo que se ve puede cambiar con el tiempo. Desconfía siempre de los tarotistas que imponen verdades y situaciones.
Una buena tarotista se caracteriza por el trato formal que ofrece, la profesionalidad que demuestra en las predicciones y la comprensión a la hora de ayudar a la gente. Entiende perfectamente por lo que puedes estar pasando. Tiene la capacidad de descubrir y revelar el futuro. Las cartas se convierten en una herramienta funcional y eficiente para dar respuesta a todas las preguntas necesarias.
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