En el año 2021, la icónica casa de moda francesa Dior deslumbró al mundo entero con una inigualable colección de Alta Costura, inspirada en las enigmáticas cartas del Tarot.
En el arranque de los desfiles virtuales de alta costura en París, la emblemática firma presentó una propuesta de ensueño que dejó a todos atónitos.
La visionaria directora creativa de Dior, Maria Grazia Chiuri, explicó que el Tarot puede convertirse en una herramienta introspectiva, más cercana al autoanálisis que a la superstición. Con una destreza excepcional para dirigir, crear y dar forma al universo de la marca, Chiuri permitió que su imaginación se desatara y reinterpretó los estilos en clave de alta costura a través de las figuras de los arcanos mayores.
«Esta colección encuentra su inspiración en el Tarot, un mundo que Christian Dior apreciaba enormemente: solía consultar las cartas para encontrar consuelo», reveló Maria Grazia Chiuri. «El señor Dior se sentía fascinado por el tarot y la astrología, al igual que yo».
La diseñadora italiana destacó que en el Tarot, hombres y mujeres son igualmente representados y su carta favorita es La Muerte, por la promesa de renacimiento que encierra. Sin embargo, en esta ocasión, La Luna ha sido la preferida de casi todos.
En definitiva, Dior ha vuelto a demostrar su inigualable buen gusto y creatividad en el mundo de la moda.
Dior y su fascinación por el Tarot
Cuenta la leyenda que en una noche estrellada de 1946, la vida de Dior dio un giro inesperado.
Mientras caminaba por las calles, el destino le guió hacia el encuentro fortuito con una misteriosa estrella de metal. En ese instante, una sensación celestial lo invadió, haciéndole comprender que aquello era más que una casualidad, era una señal divina que le auguraba la fortuna.
Inspirado por este encuentro celestial, Dior decidió embarcarse en un nuevo y audaz capítulo de su vida: crear su propia casa de modas.
Christian Dior era un hombre de creencias firmes en lo sobrenatural y la superstición. Para él, tomar una decisión importante implicaba consultar primero con la famosa tarotista, Madame Delahaye.
Consciente de que la providencia le había guiado hacia personas que le auguraban un destino de éxito, Dior se apoyaba en esos encuentros mágicos. «Será extraordinario», le dijeron una vez, profetizando que su taller revolucionaría el mundo de la moda.
Curiosamente, Dior había tenido su primer encuentro con lo místico a temprana edad. Corría el año 1919, él apenas tenía 14 años cuando una feria en Granville lo llevó a encontrarse con una adivina. Aquella enigmática mujer le aseguró que la vida le aguardaba grandes riquezas y que las mujeres serían su mayor bendición.
Así, envuelto en las brumas del destino y acompañado por los augurios de aquellos que parecían leer en las estrellas, Dior se lanzó a forjar su destino en el glamuroso mundo de la moda.
No obstante, no fue hasta la Segunda Guerra Mundial cuando su fascinación por el Tarot realmente floreció. En medio del conflicto, su hermana Catherine, quien formaba parte de la Résistance, desapareció.
«Creo que tenía tanto miedo de lo que le podría haber sucedido», explicó Maria Grazia Chiuri, «que se refugió en el mundo del Tarot con la esperanza de descubrir algo que pudiera traerla de vuelta». Catherine había sido llevada a Ravensbrück, el campo de concentración nazi para mujeres cerca de Berlín.
Afortunadamente, logró sobrevivir, pero el trauma la afectó profundamente.
Para sobrellevarlo, se sumergió en la jardinería y, según se cuenta, fue ella quien inspiró la obsesión de Dior por las flores (incluso el famoso perfume «Miss Dior» está inspirado en ella).
La magia del Tarot se apodera de una creación excepcional de telas lujosas y bordados resplandecientes, donde la exquisitez de la ropa de sastrería monocromática se fusiona con la elegancia cromática de la moda nocturna, transportando al espectador a un mundo de ensoñación.
Así, el viaje astral se hace evidente en las prendas, diseñadas con un estilo sobrenatural que te sumerge en un viaje hacia un universo imaginario, repleto de belleza y misterio.
«Es como realizar un análisis y, en cierto sentido, te proporciona tu propia respuesta en tu propio viaje introspectivo», concluyó.
