Bhakti Yoga, el camino de la Devoción

Bhakti es el sendero de un corazón rebosante de devoción y amor, una profunda conexión que sumerge el corazón en la práctica, la enseñanza y en cada aspecto de la vida. Es el acto consciente de mantener viva la llama del amor en lo más profundo del ser, mientras se elevan las acciones como ofrendas en el fuego ardiente del amor.

El bhakti yoga es la práctica de despertar y cultivar el «amor divino» en el interior del corazón. Se puede traducir literalmente como el yoga de la devoción. Los altares son una parte esencial del bhakti yoga, ya que nos ayudan a practicar la devoción en nuestra vida diaria.

La palabra «bhakti» deriva de la raíz sánscrita «bhaj», que significa «participar en, compartir en, formar parte en». También implica «distribuir», lo que sugiere que al participar, compartimos una parte de nosotros mismos y recibimos lo mismo a cambio. Y donde hay compartir, existe el Amor. A través del amor, se experimenta la apertura y plenitud del corazón.

En los primeros pasos del bhakti yoga, se nos insta a reemplazar los apegos materiales por relaciones que nos brinden verdadera libertad. De esta manera, el yogui aprende a desapegarse de objetos y personas, y en cambio, cultiva vínculos amorosos y liberadores.

El bhakti yoga alcanza su punto más alto cuando somos capaces de amar todo lo que existe, incluso lo invisible a los ojos. Es el camino de enamorarse profundamente de la vida y de amar no solo la forma externa, sino la esencia compartida por todos.

En general, existe una conexión amorosa con una forma divina como Krishna, Ganesha, Shiva, Durga, Lakshmi, entre otros. Esto no es «idolatría», sino abrir nuestro corazón a la divinidad en cualquiera de sus formas. Solo necesitamos abrirnos a las corrientes de amor que se encuentran en estas prácticas.

El núcleo del bhakti yoga es soltar nuestra pequeña identidad y abrazar el amplio espacio de la conciencia pura. Este yoga nos sumerge en el vasto océano de las emociones. Bhakti es relacionarse con lo Universal, algo tan infinito que abarca todos los colores del espectro emocional. Nos dejamos guiar por nuestro corazón, cantamos, bailamos, hacemos música, poesía, cocinamos, pintamos, amamos, todo como un diálogo con lo Divino.

El practicante de bhakti se relaciona con su dios a través de:

– Rendirse completamente a la Providencia.
– Cultivar la devoción y adoración en un altar.
– Servir devotamente sin esperar recompensa.
– Leer textos sagrados sobre su dios preferido.
– Recitar el nombre de su dios en forma de mantra.
– Cantar himnos dedicados a la divinidad.
– Utilizar símbolos sagrados del dios, como podría ser Krishna.
– Realizar peregrinajes a lugares religiosos.

Esta práctica trasciende lo material y nos guía hacia una conexión profunda y significativa con lo divino. Nos invita a experimentar la presencia de lo sagrado en todas las facetas de nuestra vida.

Ganesha, hijo de los dioses Shiva y Parvati.

Cómo practicar Bhakti Yoga de una manera creativa y ingeniosa:

Desenreda las hebras del bhakti en tu práctica de yoga, meditación y vida cotidiana.

  1. Empapa cada momento del día en oración.
  2. Conéctate con la gratitud: una poderosa y sencilla forma de desvelar lo Divino.
  3. Dale vida a tus cuerdas vocales con kirtans y cánticos devocionales.
  4. Cultiva la mirada que ve la hermosura y al Amado en cada ser y en todo lo que te rodea.
  5. Crea un santuario en tu hogar con imágenes y símbolos que reverencian lo sagrado para ti.
  6. Deleita tus sentidos con ofrendas de luz y aromas.
  7. Practica asanas con una entrega profunda, como una danza amorosa.
  8. Bendice cada bocado de alimento y ofrécelo a la Madre Tierra antes de saborearlo.
  9. Cuando saludes a otros, hazlo con plena consciencia, abriendo el corazón y regalando sonrisas radiantes.

El bhakti (‘devoción’, en sánscrito) es un movimiento hinduista que exalta el amor del devoto hacia los dioses Krisna y Rama.

A diferencia de otros caminos religiosos hinduistas, como la doctrina aduaita que busca la fusión del alma individual con Dios, el bhakti se caracteriza por su dualismo. Este enfoque establece una relación entre el creyente y la deidad, sin que el seguidor pierda su identidad personal al absorberse en la divinidad.

A diferencia de buscar la unión mística con Dios, la meta del bhakti es mantener la individualidad para poder servir y amar a Dios.

Aunque Visnú, Shivá y Shakti gozan de adoración, el bhakti se ha desarrollado especialmente en torno a las encarnaciones de Visnú como Rama y Krisna.

Krishna es considerado uno de los muchos avatares del dios Vishnu y es uno de los dioses más importantes de la religión en la India.

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